Libro de Buen Amor: 054

Libro de Buen Amor
de Arcipreste de Hita
De lo que contesçió al arçipreste con la serrana, et de las figuras d'ella

De lo que contesçió al arçipreste con la serrana, et de las figuras d'ella


Siempre ha mala manera la sierra et la altura,
si nieva, o si yela, nunca da calentura,
bien ençima del puerto fasía orina dura,
viento con grand elada, rosío con grand friura.

Como omen non siente tanto frío, si corre,
corrí la cuesta ayuso, ca dis': «Quien da a la torre,
»ante dise la piedra que sale el alhorre.»
Yo dixe: «Só perdido, si Dios non me acorre.»

Nunca desque nasçí pasé tan grand' periglo
de frío: al pie del puerto falleme con vestiglo,
la más grande fantasma, que vi en este siglo,
yeguarisa trefuda, talla de mal çeñiglo.

Con la coyta del frío e de la grand' elada
roguel' que me quisiese ese día dar posada,
díxome, que l' plasía, si l' fuese bien pagada:
tóvelo a Dios en merçed, e levome a la Tablada.

Sus miembros e su talla non son para callar;
ca bien creed, que era una grand yegua caballar,
quien con ella luchase, non se podría bien fallar,
si ella non quisiese, non la podría aballar.

En l'Apocalypsi San Joan Evangelista
non vido tal figura, nin de tan mala vista,
a grand hato daría lucha e grand conquista;
non sé de quál diablo es tal fantasma quista.

Avía la cabeça mucho grand sin guisa;
cabellos muy negros más que corneja lisa;
ojos fondos, bermejos, poco e mal devisa;
mayor es que de yegua la patada do pisa.

Las orejas mayores que de añal burrico;
el su pescueço negro, ancho, velloso, chico;
las narises muy gordas, luengas, de çarapico,
bebería en pocos días cabdal de buhón rico.

Su boca de alana et los rostros muy gordos:
dientes anchos et luengos, asnudos e muy mordos,
las sobreçejas anchas e más negras que tordos:
los que quieran casarse aquí, non sean sordos.

Mayores que las mías tiene sus prietas barbas,
yo non vi en ella ál, mas si tú en ella escarvas,
creo que fallarás de las chufetas darvas:
valdríasete más trillar en las tus barvas.

Mas en verdat si bien vi fasta la rodilla,
los huesos mucho grandes, la çanca non chiquilla,
de las cabras del fuego una grand manadilla;
son tovillos mayores que de una añal novilla.

Más ancha que mi mano tiene la su muñeca,
vellosa, pelos grandes, pero non mucho seca;
vos gorda, e gangosa, a todo omen enteca,
tardía como ronca, desdonada e ueca.

El su dedo chiquillo mayor es que mi pulgar,
piensa de los mayores si te podrás pagar,
si ella algund día te quisiese espulgar,
bien sentiría tu cabeza que son biga de lagar.

Por el su garnacho tenía tetas colgadas,
dávanle a la çinta, pues que estaban dobladas,
ca estando sençillas daríen so las ijadas
a todo son de çítola andarían sin ser mostradas.

Custillas mucho grandes en su negro costado,
unas tres veses contelas estando arredrado:
dígote, que non vi más, nin te será más contado,
ca moço mesturero non es bueno para mandado.

De quanto que me dixo et de su mala talla
fise bien tres cántigas, mas non pud' bien pintalla,
las dos son chançonetas, la otra de trotalla,
de la que te non pagares, veyla, e ríe, e calla.