Libro de Buen Amor: 047
De la vieja que vino al arçipreste y de lo que le contesçió con ella
El mes era de março, salido el verano
vínome ver una vieja, díxome luego de mano:
«Moço malo, moço malo, más val' enfermo que sano.»
Yo trabé luego d'ella, et fablele en seso vano.
Con su pesar la vieja díxome muchas veses:
«Arçipreste, más es el roído que las nueses.»
Dixe yo: «¡Diome el diablo estas viejas raheses,
»desque an bebido el vino, disen mal de las feses!»
De toda la laseria et de todo este cojijo
fis' cantares caçurros de quanto mal me dixo;
non fuyan d'ello las dueñas, nin los tengo por lijo,
ca nunca los oyó dueña, que d'ellos mucho non rijo.
A vos, dueñas señoras, por vuestra cortesía
demando vos perdón, que sabed que non querría
aver saña de vos: ca de pesar morría,
consentid entre los sesos una tal bavoquía.
Por me lo otorgar, señoras, escrebirvos he grand saçón
de dicho e de fecho e de todo coraçón,
non puede ser que non yerre omen en grand raçón,
el oidor cortés tenga presto el perdón.