Libro de Buen Amor: 005
Gosos de Santa María II
Tú, Virgen, del çielo Reyna,
e del mundo melesina,
quiérasme oír muy digna
que de tus gosos ayna
escriba yo prosa digna
por te servir.
Desir de tu alegría
rogándose todavía
yo pecador
que a la grand culpa mía
non pares mientes, María,
más al loor.
Tú siete gosos oviste,
el primero, quando resçebiste
salutaçión
del ángel, quando oíste
Ave María, conçebiste
Dios salvaçión.
El segundo fue complido,
quando fue de ti nasçido,
e sin dolor,
de los ángeles servido,
fue luego conosçido
por Salvador.
Fue el tu goso terçero,
quando vino el lusero
a demostrar
el camino verdadero
a los reyes compañero
fue en guiar.
Fue tu quarta alegría,
quando te dixo Magdalena María,
et Gabriel
que el tu fijo vevía,
e por señal te desía
que viera a él.
El quinto fue de grand dulzor,
quando al tu fijo Señor
viste sobir
al çielo a su Padre mayor,
et tú fincaste con amor
de a él ir.
Este sesto non es de dubdar,
los discípulos vino alumbrar
con espanto,
tú estabas en ese lugar,
del çielo viste y entrar
Spíritu Santo.
El septeno non ha par
quando por ti quiso enviar
Dios tu Padre,
al çielo te fiso pujar
con él te fiso asentar:
como a Madre.
Señora, oye al pecador,
que tu fijo el Salvador
por nos disçió
del çielo en ti morador
el que pariste blanca flor,
e por nos murió.
Por nosotros pecadores
non aborrescas
pues por no ser merescas
Madre de Dios,
ant'él connusco parescas
nuestras almas le ofrescas.
ruegal' por nos.