Las tres musas últimas castellanas 100

Declarando escolásticamente las palabras del apóstol con la ocasión de la muerte de un caballero de 26 años

(Las tres musas últimas castellanas)

de Francisco de Quevedo


La voluntad de Dios quiere eminente
que nos salvemos todos, ¡oh Licino!
No asista sola a tu fatal camino
de Dios la voluntad antecedente.


Merezca a su piedad la subsecuente,
tu virtud con su auxilio, y el divino
rayo preceda siempre matutino
a la noche envidiosa y delincuente.


¿Viste a Bellio caer precipitado
en las verdes promesas de la vida,
y en horror de suceso desdichado?


Prevenga tu conciencia tu partida:
que madruga la muerte en el pecado,
y antes será pasada que creída.