Las tres musas últimas castellanas 096
¿Ves que se precia Dios de juez severo,
que no admite personas ni semblantes,
que iguala los tiranos fulminantes
con la pobreza vil del jornalero?
¿Ves que desprecia el oro y el dinero,
y el centellear metido en los diamantes?
Pues como tiene hijos mendicantes
se deja cosechar del limosnero.
Si al juez que la soberbia del Oriente
desprecia, los rigores lisonjeas,
con migajas que admite en el doliente,
da al pobre un jarro de agua, si deseas
que Dios te sea deudor, no juez ardiente,
pues por tan poco precio le granjeas.