Las tres musas últimas castellanas 090

A Simón Cirineo, considerando, que en ayudar a Cristo, se ayudaba a sí

(Las tres musas últimas castellanas)

de Francisco de Quevedo


Atlante, que en la Cruz sustentas cielo,
Hércules que descansas sumo Atlante,
alivia con tu fuerza el tierno amante
que, humilde, mide con la boca el suelo.


Mas no le des ayuda, que recelo
que das prisa a su muerte vigilante;
mas dásela, Simón, que es importante
para la Redención de todo el suelo.


Pero si con tus brazos se aligera
la carga, con tu culpa, del manzano,
también añades peso a su madera.


Llevar parte del leño soberano
es a la Redención, que los espera,
llevarte tus pecados con tu mano.