Las tres musas últimas castellanas 083

Al Rey Baltasar, cuando profanó en el convite los Vasos Sagrados del Templo, y vio una mano comiendo, que escribía en las paredes las palabras: mené tesel phares

(Las tres musas últimas castellanas)

de Francisco de Quevedo


De los misterios a los brindis llevas,
¡oh! Baltasar, los vasos más divinos,
y de los sacrificios a los vinos,
porque injurias de Dios, profano, bebas.


¡Qué a difamar los cálices te atrevas,
que vinieron del templo peregrinos,
juntando a ceremonias desatinos
y a ancianos ritos tus blasfemias nuevas!


Después de haber, sacrílego, bebido
toda la edad a Baco en urna santa,
mojado el seso y húmedo el sentido,


¿ver una mano en la pared te espanta,
habiendo tu garganta merecido,
no que escriba, que corte tu garganta?