Las tres musas últimas castellanas 073
Hoy, por el mar Bermejo del pecado,
que en los vados cerúleos espumosos
sepultó sin piedad los poderosos
ejércitos del príncipe obstinado,
pasa, Virgen, exento y respetado
vuestro ser de los golfos procelosos:
así por los decretos misteriosos
en vuestra Concepción fue decretado.
Quien puede y quiere, con razón colijo,
hará cuanto a su mano se concede,
y más que hizo el sol con lo que dijo.
Y pues naciendo en vos, de vos procede,
¿quién dirá que no quiere, siendo Hijo?
¿Quién negará que, siendo Dios, no puede?