Las tres musas últimas castellanas 066

A Jesucristo Nuestro Señor expirando en la Cruz

(Las tres musas últimas castellanas)

de Francisco de Quevedo


La profecía en su verdad quejarse,
la muerte en el desprecio enriquecerse,
el mar sobre sí propio enfurecerse,
y una tormenta en otra despeñarse.


Pronunciar su dolor, y lamentarse
el viento entre las peñas al romperse
desmayarse la luz, y anochecerse
es nombrar vuestro Padre y declararse.


Mas veros en un leño mal pulido,
Rey en sangrienta púrpura bañado,
sirviendo de martirio a vuestra Madre.


Dejado de un ladrón, de otro seguido,
tan solo, y pobre a no le haber nombrado,
dudaron gran Señor si tenéis Padre.