Las tres musas últimas castellanas 062
O dulces, frescas aguas, transparentes,
que vuestra claridad a Celia hurtaste,
cuando otra vez mis glorias murmuraste,
haciéndote dicho entere las gentes.
Si acaso, río ufano, acaso sientes
mi mal, y vos, o flores escuchaste
mis quejas, y algún tiempo acompañaste
vergonzosas mi fe con las corrientes.
Decid, pues sois testigos, este río
a mí, y a Celia todo en un momento
no representa con dibujo raro:
Murmurando decís a favor mío,
que a ella se parece en movimiento,
y a mí tan solamente en el ser claro.