Las tres musas últimas castellanas 056
Del sol huyendo, el mismo sol buscaba,
y al fuego ardiente cuando el fuego ardía;
alegre iba siguiendo mi alegría,
y, fatigado, mi descanso hallaba.
Fue tras su libertad mi vida esclava,
y corrió tras si vida el alma mía;
buscaron mis tinieblas a su día,
que dando luz al mismo sol andaba.
Fui salamandra en sustentarme ciego
en las llamas del sol con mi cuidado,
y de mi amor en el ardiente fuego;
pero en camaleón fui transformado
por la que tiraniza mi sosiego,
pues fui con aire de ella sustentado.