Las tres musas últimas castellanas 031

Quéjase de lo esquivo de su dama

(Las tres musas últimas castellanas)

de Francisco de Quevedo


El amor conyugal de su marido
su presencia en el pecho le revela;
teje de día en la curiosa tela
lo mismo que de noche ha destejido.


Danle combates interés y olvido,
y de fe y esperanza se abroquela,
hasta que, dando el viento en pompa y vela,
le restituye el mar a su marido.


Ulises llega, goza a su querida,
que por gozarla un día, dio veinte años
a la misma esperanza de un difunto.


Mas yo sé de una fiera embravecida,
que veinte mil tejiera por mis daños,
y al fin mis daños son no verme un punto.