Las tres musas últimas castellanas 020

A Lisi, que su cabello rubio tenía sembrados claveles carmesíes por el cuello

(Las tres musas últimas castellanas)

de Francisco de Quevedo


Rizas en ondas ricas del rey Midas,
Lisi, el acto precioso, cuanto avaro;
arden claveles en su cerco claro,
flagrante sangre, espléndidas heridas.


Minas ardientes, al jardín unidas,
son milagro de amor, portento raro,
cuando Hibla matiza el mármol paro
y en su dureza flores ve encendidas.


Esos que en tu cabeza generosa
son cruenta hermosura y son agravio
a la melena rica y victoriosa,


dan al claustro de perlas, en tu labio,
elocuente rubí, púrpura hermosa,
ya sonoro clavel, ya coral sabio.