Las tres musas últimas castellanas 016
Dichoso tú, que naces sin testigo
y de progenitores ignorados,
¡oh Nilo!, y nube y río, al campo y prados,
ya fertilizas troncos y ya trigo.
El humor que, sediento y enemigo,
bebe el rabioso Can a lo sagrados
ríos, le añade pródigo a tus vados,
siendo Aquario el León para contigo.
No de otra suerte, Lisis, acontece
a las undosas urnas de mis ojos,
cuyo ignorado origen se enmudece.
Pues cuando el Sirio de tus lazos rojos
arde en bochornos de oro fresco, crece
más su raudal, tu hielo y mis enojos.