Las ranas pidiendo un rey

Nota: Se respeta la ortografía original de la época
FÁBULA II.


del mal el menos.


Las ranas pidiendo un rey.


Floreciendo Atenas por la igualdad de sus leyes, la libertad descarada turbó la ciudad, y la disolucion rompió el antiguo freno. Con esta ocasion, puestas en vandos las parcialidades, el tirano Pisistrato se apoderó del alcázar. Y como los atenienses llorasen su triste servidumbre; no porque el tirano fuese cruel, sino porque toda carga es pesada para los que no estan hechos á ella, y hubiesen comenzado á quejarse, Esopo les contó al caso este cuentecillo.

Las ranas, que antes vagueaban libremente por las lagunas, pidieron á grandes voces á Júpiter un rey, que con rigor refrenase sus licenciosas costumbres. Sonrióse el padre de los dioses, y las dió una vigueta pequeña, la cual arrojada de improviso, con el movimiento y ruido que causó en el agua, aterró á la tímida grey. Como esta vigueta se mantuviese por largo rato clavada en el cieno, por fortuna una de ellas sacó poco á poco la cabeza del estanque, y después de haber observado bien al nuevo rey, las llama á todas. Ellas, perdido el miedo; se acercan nadando á porfía, y la chusma desvergonzada brincaba sobre el leño; y despues de haberle ensuciado con todo genero de inmundicias, enviaron á pedir á Júpiter otro rey, porque era inhábil el que las habia dado. Entonces las envió un culebron, que con áspero diente comenzó á morderlas. En vano las desdichadas hacen por huir de la muerte: el miedo las embarga la voz. De secreto, pues, encargan á Mercurio, que pida á Júpiter, socorra á las afligidas. Eso no, las dice el dios: pues no quisisteis contentaros con vuestro bien, sufrid el mal que os ha venido: y vosotros tambien, ó ciudadanos, concluyó Esopo, llevad en paciencia este trabajo, no sea que os suceda otro tanto mayor.

notas.

Athéne. Ciudad de Grecia; capital de la Attica, pequeña parte de Acaya: famosa por haber sido emporio de las ciencias, y por los grandes hombres que tuvo en todas líneas.

Æquis. Las leyes de Solon, uno de los siete sábios de Grecia; por las cuales habia igualdad entre los ciudadanos como en gobierno democrático, que es el popular.

Conspiratis. Se toma en pasiva, y es como si dijera conflátis, atque ínvicem accensis. En este sentido dijo Ciceron seditiônem esse conflatam. Pro Cluent.

Pisistratus. Descendiente de Codro, último rey de los atenienses y pariente de Solon, Ciceron lib. 3 de Orat. alaba su elocuencia. Hoc mersum. Unos lo refieren al tigillum. Otros, no sin probabilidad, al pávidum genus.

Contumelia. Propriamente es afrenta; pero el verbo Inquinássent arguye; que aquí tiene la significacion, que se le da en la traduccion.

Mercúrio. Hijo de Júpiter y de Maya, mensagero de los dioses, que intimaba sus órdenes á los hombres, y llevaba los encargos de estos á los dioses.