Las hijas del pobre


Las hijas del pobre
de Félix María Samaniego

Tenía cierto pobre vergonzante

una alforja detrás, otra delante,

y colocaba con cuidado en ellas

a dos hijas muy bellas,

que muchos para mover los corazones

suelen valerse de tales aprensiones,

o por mejor guardallas o escondellas.

Le preguntó un curioso: -¿ Son doncellas?

A lo que respondió como hombre ya maduro:

-Por la que va delante lo aseguro,

porque siempre a la vista yo la llevo;

por la que va detrás, yo no me atrevo.