Las hebras de oro puro que la frente
Las hebras de oro puro que la frente cercan en ricas vueltas, do el tirano señor teje los lazos con su mano, y arde en la dulce luz resplandeciente; cuando el invierno frío se presente, vencedor de las flores del verano, el purpúreo color tornando vano, en plata volverán su lustre ardiente. Y no por eso amor mudará el puesto; que el valor lo asegura y cortesía, el ingenio y del alma la nobleza. Es mi cadena y fuego el pecho honesto, y virtud generosa lumbre mía, de vuestra eterna, angélica belleza.