Las guacamayas
Las guacamayas
Sobre la selva virgen de altivos huiscoyoles,
que abanican las hojas de armónicas pacayas,
batiendo treinta remos van quince guacamayas
luciendo luengas colas de visos tornasoles.
El éxodo es de días, quizá de cuatro soles;
alegres van en busca de tropicales playas,
de marañones rojos y frutecidas hayas,
o de la copa fresca de enhiestos guapinoles.
Al quebrarse los besos del Sol sobre sus plumas
semejan gallardetes de bermellón y gualdas
y atruenan el espacio con estridente grito.
Amadas de Atahualpa y de ambos Montezumas;
al dilatar el vuelo parecen esmeraldas
rayando el lapislázuli del éter infinito.