El cencerro de cristal
Ladrido

de Ricardo Güiraldes


 Luna redonda, blanca y lejana.
 Paz sobre el mundo y con nosotros.
 Pregusto de muerte.
 Calma.
 La brisa disgrega el pecho en rezos.
 El color está de luto.
 Un camino, lívido, se va.
 Las sombras se achatan, esquivas.
 Un sapo hace gárgaras de erres.
 La rana mastica palillos sonoros.
 Venus guiña a la tierra su ojo punzante.

Los grillos cantan glorias de vidrio.

El viento, en las ramas, chista para profundizar el silencio.

Las palmas digitan, sobre el invisible palor del aire.

El cabello, espinoso, de un Fénix, se espanta de noche.

Las hojas metálicas del eucaliptus, enganchan lacrimales pedazos de luna.

El silencio se duerme.

Pregusto de muerte.



«La Porteña», 1913.