La zampoña y el ruiseñor
La zampoña del dios Pan,
orgullosa de su fama
y de sus melifluos sones,
del ruiseñor se burlaba.
Éste, herido en su amor propio,
le contestó: -«¡Desdichada!
»¿Qué valen en ti los trinos,
»ni esas notas delicadas?
»Tú eres viva en lo sonoro
»porque otro aliento te inflama.
»Mientras no te hinchan de viento,
»¿qué eres tú sino una caña?»-
Quien lucir gracias intente
no pida glorias prestadas.