La viuda del zurrador: 01

La viuda del zurrador
Parodia romántica en un acto, dividido en dos cuadros

de Vital Aza y Miguel Ramos Carrión



Cuadro I

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Calle corta.


Escena I

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Caballeros embozados.

   
CABALLERO 1.º ¡Corren rumores muy malos!
 
CABALLERO 2.º ¡Llegó el hijo del difunto!
 
CABALLERO 3.º ¡Grave se pone el asunto!
 
CABALLERO 4.º ¡Huéleme que va a haber palos!
 
CABALLERO 1.º Panseco llega hacia acá
              con su familia.
 
CABALLERO 2.º Es preciso
              darle al momento el aviso.
 
CABALLERO 3.º ¡Lo que fuere sonará!



Escena II

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Dichos, LUCÍA, EL DOCTOR, DON BLAS PANSECO y DOÑA BLASA, por la derecha.

   
LUCÍA (A EL DOCTOR.)
              Mi ceguera creí cierta,
              y ya te debo la vida;
              te estoy muy agradecida
              aunque haya quedado tuerta.
              Y cariño hacia ti siento,
              pues tengo, gracias a tu arte,
              este ojo para expresarte
              todo mi agradecimiento.
 
EL DOCTOR
              Cierto; por mí ves el sol,
              las estrellas y la luna,
              el arroyo, la laguna,
              el lirio y el arrebol...
 
CABALLERO 1.º (A DON BLAS PANSECO.)
               ¡Llegó don Carlos!
                    (Vase.)
 
DON BLAS PANSECO (¡Qué escucho!)
 
CABALLERO 2.º (A DON BLAS PANSECO.)
               ¡Procura, señor, salvarte!
                    (Vase.)
 
CABALLERO 3.º (A DON BLAS PANSECO.)
               ¡Mira que viene a matarte!
                    (Vase.)
 
DON BLAS PANSECO ¡Que venga! ¡Me alegro mucho!
 
CABALLERO 4.º (A DOÑA BLASA.)
               ¡Tened gran prudencia ahora!
               ¡Ya don Carlos ha llegado!
  
DOÑA BLASA ¿Don Carlos? ¿Pero ha triunfado?
  
CABALLERO 4.º ¡Es otro Carlos, señora!
                    (Vase.)
 
DOÑA BLASA (A DON BLAS PANSECO.)
            ¡Ah! ¡Teme su furia insana!
            ¡Blas, por Dios, ocúltate!
 
DON BLAS PANSECO ¡Yo no me oculto!
 
DOÑA BLASA ¿Por qué?
 
DON BLAS PANSECO ¡Porque no me da la gana!
 
DOÑA BLASA ¡A tu empeño no me inmolo!
 
DON BLAS PANSECO ¡Idos!
 
DOÑA BLASA ¡Por Dios!
 
DON BLAS PANSECO ¡Vamos, Blasa!
                 Meteos los tres en casa,
                 que quiero quedarme solo.
 
DOÑA BLASA (¡No ceso de presentir
           que va a pasarle algo malo!)
 
EL DOCTOR (Le van a pegar un palo
          que le van a dividir.)
 
 
(Vanse por la derecha.)


Escena III

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DON BLAS PANSECO, solo.
   
DON BLAS PANSECO ¡Allí le rompí el bautismo!
                 (Indicando la izquierda.)
 
                 ¡Voy a esperar a que venga
                 su hijo, para que tenga
                 el gusto de hacer lo mismo!
                    (Vase por la izquierda.)


Escena IV

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CARLOS, seguido de BARREÑO. Ambos embozados y con sendos garrotes.

   
BARREÑO ¡Allí va ese hombre, allí va!
        ¿Le ves?
 
CARLOS ¡Vaya si le veo!
 
BARREÑO ¿Le matarás esta noche?
 
CARLOS ¡Creo que sí, allá veremos!
 
BARREÑO ¿Cómo veremos? ¿Vacilas?
 
CARLOS ¡No vacilo!
 
BARREÑO ¡Pues a ello!
  
CARLOS ¡En donde zurró a mi padre,
       allí zurraré a Panseco!
 
BARREÑO ¡Corriente!
 
CARLOS ¡La tradición
       es implacable, Barreño!
       Mi familia y la de ese otro
       desde muy remotos tiempos
       vienen dándose de palos
       por ciertos resentimientos.
       En el salón de mi casa
       he visto, siendo pequeño,
       los venerables retratos
       de mis queridos abuelos;
       unos las narices rotas,
       otros torcido el pescuezo,
       ¡todos con cada chichón
       que daba lástima verlos!
       Los ascendientes de ese hombre
       de aquel modo los pusieron;
       pues la tradición lo manda,
       ¡siga sus huellas el nieto!
  
BARREÑO ¡Bravo! ¡Me gusta ese arranque!
        ¡Vamos, señor, al momento!
 
CARLOS Antes tenemos que hablar.
 
BARREÑO Pues habla, y acaba presto.
 
CARLOS Estuve en la hermosa Flandes.
       ¡Flandes, patria de los quesos!
       Y esta mañana llegamos
       por la puerta de Toledo.
 
BARREÑO ¿Y para qué me lo cuentas?
        ¡Ya lo sé!
 
CARLOS ¡Calla, Barreño!
       Se lo digo a estos señores
             (Al público.)
 
       que necesitan saberlo.
       Pues señor, entré en las calles
       devanándome los sesos
       para buscar la manera
       de dar un susto a ese viejo.
       Sofocado como estaba
       bajé el embozo un momento...
       y me lo volví a subir
       porque hacía mucho fresco.
       Pero al dar vuelta a una esquina
       me di un encontrón, ¡oh, cielos!,
       con una chica, ¡qué chica!
       Era tuerta del izquierdo,
       pero bien lo compensaba
       lo que valía el derecho.
       Un pañuelo de Manila
       llevaba airoso y bien puesto,
       y al pasar, con un botón
       enredeme en su pañuelo,
       ¡que siempre están los botones
       enredándose en los flecos!
       Dio un grito y echó a correr,
       llevándose el botón preso.
       ¡Ay, Dios, mal haya los sastres
       que tan mal me lo cosieron!
  
BARREÑO ¡Gente viene por allí!
  
CARLOS No es gente, es un caballero.
       Cubre el rostro y sígueme,
       que más tarde volveremos.
 
 
(Se embozan y vuelven la espalda hacia donde viene EL DOCTOR.)


Escena V

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Dichos y EL DOCTOR.
   
EL DOCTOR ¡Tengo el corazón partido
          de ver su amargo dolor!
          ¡Cielos! ¡Carlos!
 
CARLOS (Sin desembozarse.)
        (¡El Doctor!
        ¿En qué me habrá conocido?)
 
EL DOCTOR ¡Qué placer tengo al hallarte!
  
CARLOS ¡Cuánto gusto tengo al verte!
  
EL DOCTOR ¡Me libraste de la muerte
          y nunca podré olvidarte!
  
CARLOS ¡Observo en ti un no sé qué!...
       ¿Qué tienes? ¿Qué te ha pasado?
  
EL DOCTOR ¡Es que estoy enamorado!
  
CARLOS ¿Y ella te quiere?
  
EL DOCTOR ¡No sé!
          Pregunta al ave canora
          por qué canta en la espesura,
          pregunta por qué murmura
          la fuente murmuradora,
          pregunta por qué las flores
          dan sus perfumes al viento,
          por qué el pez en su elemento
          traza estelas de colores,
          pregunta por qué del sol
          oculta el disco la nube,
          pregúntale por qué sube
          convertida en arrebol,
          pregunta al hierro, al imán,
          al céfiro, a la enramada...
 
(CARLOS y BARREÑO hacen medio mutis. EL DOCTOR les detiene.)
   
          ¡Mas no les preguntes nada,
          que no te contestarán!
 
CARLOS ¡No te he podido entender!
 
EL DOCTOR Sólo te quise probar
          que no pude averiguar
          si me quiere esa mujer.
 
CARLOS ¿Y quién es ella?
  
EL DOCTOR (Indicando la casa.)
           ¡Lucía!
 
CARLOS ¡La hija de don Blas! ¡Qué horror!
       ¡Él fue el apaleador
       de mi padre!
  
EL DOCTOR Lo sabía.
  
CARLOS ¿Y aun así puedes amar
       a esa mujer?
  
EL DOCTOR ¡Ya lo creo!
          ¡Como que en ello no veo
          nada de particular!
  
BARREÑO (A CARLOS.)
         ¡Panseco está allí!
  
CARLOS (¡Me alegro!)
  
BARREÑO ¡Que se cansa de esperar!
  
CARLOS (A EL DOCTOR, dándole la mano.)
        ¡Adiós! ¡Le voy a pegar
        una paliza a tu suegro!
        (Vase CARLOS seguido de BARREÑO.)


Escena VI

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EL DOCTOR solo.

EL DOCTOR ¡Va a pegarle! Soy valiente
          y evitarlo lograría...
          Mas no, que don Blas diría
          que no le he sido obediente.
          Estas bromas cuestan caras
          y, aunque soy un caballero,
          ahora meterme no quiero
          en camisa de once varas.


(Se oye el ruido de una paliza tremenda. DON BLAS PANSECO da un «¡Ay!». DOÑA BLASA y LUCÍA gritan dentro. EL DOCTOR se dirige hacia el sitio de la lucha.)



Escena VII

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DOÑA BLASA, LUCÍA, DON BLAS PANSECO, CARLOS, EL DOCTOR, BARREÑO, EL SERENO y EL INSPECTOR.

   
DOÑA BLASA ¡Favor! ¡Socorro! ¡Sereno!
 
LUCÍA ¡Que lo matan! ¡Por favor!
 
DOÑA BLASA ¡Que llamen al Inspector!
 
CARLOS (Sale enarbolando el garrote.)
        ¡He cumplido como bueno!
             (Después de ver a LUCÍA. A BARREÑO.)
 
        ¡Es ella!
 
BARREÑO ¿Quién?
 
CARLOS ¡La mujer
       del botón! ¡La tuerta!
 
BARREÑO ¡Atiza!
 
DON BLAS PANSECO
          (Derrengado y acompañado de EL SERENO y EL INSPECTOR.)
 
          ¡Ay! ¡Me han dado una paliza
          que no me puedo mover!
(Se sienta en el suelo. CARLOS baja el embozo para que LUCÍA le vea la cara y vase seguido de BARREÑO.)
 

LUCÍA ¡Ay! ¡Yo le vi! ¡Yo le vi!
 
DOÑA BLASA ¡Esposo!
 
DON BLAS PANSECO ¡Lucía! ¡Blasa!
                 ¡Yo no sé lo que me pasa!
 
LUCÍA (Llevándose las manos al ojo derecho.)
 
       ¡Yo no sé qué tengo aquí!
 
EL DOCTOR (A LUCÍA.)
           A ver... ¡Qué complicación!
 
LUCÍA ¡Ay! ¡Yo no veo ni pizca!
 
EL DOCTOR ¡Jesús! ¡Se ha quedado bizca
          al ver esta situación!
  
EL SERENO ¡Tras el asesino corro!
          (Vase muy despacio.)
  
DON BLAS PANSECO ¡Árnica!
 
DOÑA BLASA ¡No la tenemos!
  
EL INSPECTOR Entonces lo llevaremos
             a la casa de socorro.
 


(Vanse. DON BLAS PANSECO apoyándose en DOÑA BLASA y EL INSPECTOR, y LUCÍA de la mano de EL DOCTOR. Procúrese que la mutación se efectúe lo más rápidamente posible.)


FIN DEL CUADRO PRIMERO


Cuadro II