La viuda del zurrador: 01
Cuadro I
editarCalle corta.
Escena I
editarCaballeros embozados.
CABALLERO 1.º ¡Corren rumores muy malos!
CABALLERO 2.º ¡Llegó el hijo del difunto!
CABALLERO 3.º ¡Grave se pone el asunto!
CABALLERO 4.º ¡Huéleme que va a haber palos!
CABALLERO 1.º Panseco llega hacia acá
con su familia.
CABALLERO 2.º Es preciso
darle al momento el aviso.
CABALLERO 3.º ¡Lo que fuere sonará!
Escena II
editarDichos, LUCÍA, EL DOCTOR, DON BLAS PANSECO y DOÑA BLASA, por la derecha.
LUCÍA (A EL DOCTOR.)
Mi ceguera creí cierta,
y ya te debo la vida;
te estoy muy agradecida
aunque haya quedado tuerta.
Y cariño hacia ti siento,
pues tengo, gracias a tu arte,
este ojo para expresarte
todo mi agradecimiento.
EL DOCTOR
Cierto; por mí ves el sol,
las estrellas y la luna,
el arroyo, la laguna,
el lirio y el arrebol...
CABALLERO 1.º (A DON BLAS PANSECO.)
¡Llegó don Carlos!
(Vase.)
DON BLAS PANSECO (¡Qué escucho!)
CABALLERO 2.º (A DON BLAS PANSECO.)
¡Procura, señor, salvarte!
(Vase.)
CABALLERO 3.º (A DON BLAS PANSECO.)
¡Mira que viene a matarte!
(Vase.)
DON BLAS PANSECO ¡Que venga! ¡Me alegro mucho!
CABALLERO 4.º (A DOÑA BLASA.)
¡Tened gran prudencia ahora!
¡Ya don Carlos ha llegado!
DOÑA BLASA ¿Don Carlos? ¿Pero ha triunfado?
CABALLERO 4.º ¡Es otro Carlos, señora!
(Vase.)
DOÑA BLASA (A DON BLAS PANSECO.)
¡Ah! ¡Teme su furia insana!
¡Blas, por Dios, ocúltate!
DON BLAS PANSECO ¡Yo no me oculto!
DOÑA BLASA ¿Por qué?
DON BLAS PANSECO ¡Porque no me da la gana!
DOÑA BLASA ¡A tu empeño no me inmolo!
DON BLAS PANSECO ¡Idos!
DOÑA BLASA ¡Por Dios!
DON BLAS PANSECO ¡Vamos, Blasa!
Meteos los tres en casa,
que quiero quedarme solo.
DOÑA BLASA (¡No ceso de presentir
que va a pasarle algo malo!)
EL DOCTOR (Le van a pegar un palo
que le van a dividir.)
(Vanse por la derecha.)
Escena III
editarDON BLAS PANSECO, solo.
DON BLAS PANSECO ¡Allí le rompí el bautismo!
(Indicando la izquierda.)
¡Voy a esperar a que venga
su hijo, para que tenga
el gusto de hacer lo mismo!
(Vase por la izquierda.)
Escena IV
editarCARLOS, seguido de BARREÑO. Ambos embozados y con sendos garrotes.
BARREÑO ¡Allí va ese hombre, allí va!
¿Le ves?
CARLOS ¡Vaya si le veo!
BARREÑO ¿Le matarás esta noche?
CARLOS ¡Creo que sí, allá veremos!
BARREÑO ¿Cómo veremos? ¿Vacilas?
CARLOS ¡No vacilo!
BARREÑO ¡Pues a ello!
CARLOS ¡En donde zurró a mi padre,
allí zurraré a Panseco!
BARREÑO ¡Corriente!
CARLOS ¡La tradición
es implacable, Barreño!
Mi familia y la de ese otro
desde muy remotos tiempos
vienen dándose de palos
por ciertos resentimientos.
En el salón de mi casa
he visto, siendo pequeño,
los venerables retratos
de mis queridos abuelos;
unos las narices rotas,
otros torcido el pescuezo,
¡todos con cada chichón
que daba lástima verlos!
Los ascendientes de ese hombre
de aquel modo los pusieron;
pues la tradición lo manda,
¡siga sus huellas el nieto!
BARREÑO ¡Bravo! ¡Me gusta ese arranque!
¡Vamos, señor, al momento!
CARLOS Antes tenemos que hablar.
BARREÑO Pues habla, y acaba presto.
CARLOS Estuve en la hermosa Flandes.
¡Flandes, patria de los quesos!
Y esta mañana llegamos
por la puerta de Toledo.
BARREÑO ¿Y para qué me lo cuentas?
¡Ya lo sé!
CARLOS ¡Calla, Barreño!
Se lo digo a estos señores
(Al público.)
que necesitan saberlo.
Pues señor, entré en las calles
devanándome los sesos
para buscar la manera
de dar un susto a ese viejo.
Sofocado como estaba
bajé el embozo un momento...
y me lo volví a subir
porque hacía mucho fresco.
Pero al dar vuelta a una esquina
me di un encontrón, ¡oh, cielos!,
con una chica, ¡qué chica!
Era tuerta del izquierdo,
pero bien lo compensaba
lo que valía el derecho.
Un pañuelo de Manila
llevaba airoso y bien puesto,
y al pasar, con un botón
enredeme en su pañuelo,
¡que siempre están los botones
enredándose en los flecos!
Dio un grito y echó a correr,
llevándose el botón preso.
¡Ay, Dios, mal haya los sastres
que tan mal me lo cosieron!
BARREÑO ¡Gente viene por allí!
CARLOS No es gente, es un caballero.
Cubre el rostro y sígueme,
que más tarde volveremos.
(Se embozan y vuelven la espalda hacia donde viene EL DOCTOR.)
Escena V
editarDichos y EL DOCTOR.
EL DOCTOR ¡Tengo el corazón partido
de ver su amargo dolor!
¡Cielos! ¡Carlos!
CARLOS (Sin desembozarse.)
(¡El Doctor!
¿En qué me habrá conocido?)
EL DOCTOR ¡Qué placer tengo al hallarte!
CARLOS ¡Cuánto gusto tengo al verte!
EL DOCTOR ¡Me libraste de la muerte
y nunca podré olvidarte!
CARLOS ¡Observo en ti un no sé qué!...
¿Qué tienes? ¿Qué te ha pasado?
EL DOCTOR ¡Es que estoy enamorado!
CARLOS ¿Y ella te quiere?
EL DOCTOR ¡No sé!
Pregunta al ave canora
por qué canta en la espesura,
pregunta por qué murmura
la fuente murmuradora,
pregunta por qué las flores
dan sus perfumes al viento,
por qué el pez en su elemento
traza estelas de colores,
pregunta por qué del sol
oculta el disco la nube,
pregúntale por qué sube
convertida en arrebol,
pregunta al hierro, al imán,
al céfiro, a la enramada...
(CARLOS y BARREÑO hacen medio mutis. EL DOCTOR les detiene.)
¡Mas no les preguntes nada,
que no te contestarán!
CARLOS ¡No te he podido entender!
EL DOCTOR Sólo te quise probar
que no pude averiguar
si me quiere esa mujer.
CARLOS ¿Y quién es ella?
EL DOCTOR (Indicando la casa.)
¡Lucía!
CARLOS ¡La hija de don Blas! ¡Qué horror!
¡Él fue el apaleador
de mi padre!
EL DOCTOR Lo sabía.
CARLOS ¿Y aun así puedes amar
a esa mujer?
EL DOCTOR ¡Ya lo creo!
¡Como que en ello no veo
nada de particular!
BARREÑO (A CARLOS.)
¡Panseco está allí!
CARLOS (¡Me alegro!)
BARREÑO ¡Que se cansa de esperar!
CARLOS (A EL DOCTOR, dándole la mano.)
¡Adiós! ¡Le voy a pegar
una paliza a tu suegro!
(Vase CARLOS seguido de BARREÑO.)
Escena VI
editarEL DOCTOR solo.
EL DOCTOR ¡Va a pegarle! Soy valiente
y evitarlo lograría...
Mas no, que don Blas diría
que no le he sido obediente.
Estas bromas cuestan caras
y, aunque soy un caballero,
ahora meterme no quiero
en camisa de once varas.
(Se oye el ruido de una paliza tremenda. DON BLAS PANSECO da un «¡Ay!». DOÑA BLASA y LUCÍA gritan dentro. EL DOCTOR se dirige hacia el sitio de la lucha.)
Escena VII
editarDOÑA BLASA, LUCÍA, DON BLAS PANSECO, CARLOS, EL DOCTOR, BARREÑO, EL SERENO y EL INSPECTOR.
DOÑA BLASA ¡Favor! ¡Socorro! ¡Sereno!
LUCÍA ¡Que lo matan! ¡Por favor!
DOÑA BLASA ¡Que llamen al Inspector!
CARLOS (Sale enarbolando el garrote.)
¡He cumplido como bueno!
(Después de ver a LUCÍA. A BARREÑO.)
¡Es ella!
BARREÑO ¿Quién?
CARLOS ¡La mujer
del botón! ¡La tuerta!
BARREÑO ¡Atiza!
DON BLAS PANSECO
(Derrengado y acompañado de EL SERENO y EL INSPECTOR.)
¡Ay! ¡Me han dado una paliza
que no me puedo mover!
(Se sienta en el suelo. CARLOS baja el embozo para que LUCÍA le vea la cara y vase seguido de BARREÑO.)
LUCÍA ¡Ay! ¡Yo le vi! ¡Yo le vi!
DOÑA BLASA ¡Esposo!
DON BLAS PANSECO ¡Lucía! ¡Blasa!
¡Yo no sé lo que me pasa!
LUCÍA (Llevándose las manos al ojo derecho.)
¡Yo no sé qué tengo aquí!
EL DOCTOR (A LUCÍA.)
A ver... ¡Qué complicación!
LUCÍA ¡Ay! ¡Yo no veo ni pizca!
EL DOCTOR ¡Jesús! ¡Se ha quedado bizca
al ver esta situación!
EL SERENO ¡Tras el asesino corro!
(Vase muy despacio.)
DON BLAS PANSECO ¡Árnica!
DOÑA BLASA ¡No la tenemos!
EL INSPECTOR Entonces lo llevaremos
a la casa de socorro.
(Vanse. DON BLAS PANSECO apoyándose en DOÑA BLASA y EL INSPECTOR, y LUCÍA de la mano de EL DOCTOR. Procúrese que la mutación se efectúe lo más rápidamente posible.)