Tú seas, Josef, venido,
a nuestro Ascalón con bien,
pues que de Jerusalén
tales nuevas me has traído.
Sagaz medianero he sido
con el senado romano
para entronizar a Hircano,
que ya sepultaba el ocio,
en el reino y sacerdocio
que quiso usurpar su hermano.
Rey y sacerdote sumo
su Jerusalén le llama,
y en altar de Thimiama
aromas ofrece en humo,
reinando por mí, presumo,
si agradecido repara
en mi amistad noble y clara,
que estimé por justa ley
juntar sacerdote y rey,
la corona a la tiara.
Descendiente generoso
es de Judas Macabeo,
que al linaje Asamoneo
dio blasón limpio y glorioso;
el sacerdocio piadoso
que honró en el desierto a Arón,
propagó su sucesión
contra ambiciosos engaños
por ciento y setenta años
de varón siempre en varón.
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