Dióte al príncipe Faselo,
fénix nuevo en quien se ve
tu imagen, y a Salomé,
bella exhalación del cielo;
dióte a Herodes, que en el suelo,
mientras a Alejandro imita,
para que con él compita,
y el mundo admire su fama,
en vez de Alejandro llama
a Herodes Ascalonita.
Filipo al nacerle un hijo
asombro de Babilonia
y blasón de Macedonia,
que era venturoso dijo,
no tanto porque predijo
en él su gloria real,
cuanto porque en tiempo tal
Aristóteles vivía,
porque a su filosofía
su valor hiciese igual.
Pero tú con más certeza
decirlo puedes mejor,
pues cría a un tiempo el Amor,
si hijos tú, Judá belleza;
que si la naturaleza
hace con ellos seguras
de Dios en vivas figuras
imágines naturales,
suerte es que para hijos tales
te dé tales hermosuras.
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