La serpiente y la lima

​La serpiente y la lima​ de Félix María Samaniego


En casa de un cerrajero
Entró la Serpiente un día, 
Y la insensata mordía 
En una Lima de acero. 
Díjole la Lima: «El mal, 
Necia, será para ti;
¿Cómo has de hacer mella en mí, 
Si hago polvos el metal?» 

Quien pretende sin razón
Al más fuerte derribar 
No consigue sino dar 
Coces contra el aguijón.

SAMANIEGO