La que fue
Mujer angelical
de rostro encantador
en tu mirar traidor
hay fuego de pasión
y luces de maldad.
Creí que reír
no albergaba crueldad
hoy puedo comprender
que en ti no hay corazón
no existe la piedad.
La voz de la aflicción
que brota de mi ser
pronto ya cesará
porque he pensado bien
que es necio penar
por un falso querer.
Las dudas que sufrí
en las horas de insomnio
que por tí pasé
has pagado con creces
viéndote humillada
y en cruel padecer.
El falso pedestal
que el mundo te formó
de barro y de cristal
tuvo un fulgor fugaz
que el tiempo destruyó.
Hoy Venus de arrabal
tu ocaso es un dolor
y huérfana de amor
sólo eres el despojo
de un tiempo mejor.