La perdiz y la gaviota
La gaviota, un día se burlaba de la perdiz de su traje color de tierra, de su timidez absurda, y parangoneándose con ella, hacía valer a gritos su hermoso traje blanco y su vuelo audaz, acabando por decir que de veras, en este mundo, había gente que para bien poco servía. Hasta que la perdiz, a pesar de su genio pacífico, le contestó, medio enfadada, que menos aun servía cierta otra, pura pluma y puro pico.