La noche de invierno
A D. Jenaro Villaamil [1]
Pintor: el viento se estrella
Bramando en esa ventana;
En pos de su airada huella
La lluvia y la noche van;
Prepara lienzo y pinceles,
Yo escribiré tu pintura,
Y conquistemos laureles
Al través del huracán.
Agua las nubes abortan;
Se ve la lumbre amarilla
De las centellas, que cortan
Nubes y lluvia al caer;
Se oyen girar las veletas
Sobre la gigante torre,
Y las pizarras sujetas,
Agua y viento repeler.
Se ven oscilar tus lienzos,
Del crudo viento impelidos,
Que por los vidrios hendidos
Penetra inquieto hasta aquí.
Esos retratos colgados,
Que unos con otros se chocan,
Son escudos conquistados
Y blasones para ti.
Y se oye el son temeroso
De campanas que, rompiendo
De los hombres el reposo,
Conjuran la tempestad;
Se oye en la calle azorado,
De alguno que huye la lluvia,
El paso precipitado
Cruzando en la oscuridad.
Encendamos una hoguera,
Cuya roja llama alumbre
Esos rostros en hilera
Colgados en la pared,
Que mecidos por el viento
Y animados por la llama,
Nos darán un pensamiento
Y una corona tal vez.
Tú tienes dentro la mente
Galerías, catedrales,
Y todo el lujo de Oriente
Y un mando para pintar;
Tú tienes en tus pinceles
Derruídos monasterios
Con aéreos botareles
Y afiligranado altar.
Tienes torres con campanas
Y transparentes labores,
Castillos con castellanas
Que aguardan a su señor,
Y bóvedas horadadas,
Y silenciosas capillas
Donde en marmóreas almohadas
Yace el muerto fundador.
Y antiquísimas ciudades
Que, por el tiempo roídas,
Cuentan al tiempo verdades
Que él se desdeña escuchar;
Tienes en el valle fuentes,
Peñascos en la montaña,
Y en los peñascos torrentes
Que se arrastran a la mar.
Tienes en los mares islas
Con ciudades y jardines,
Y en los jardines festines,
Y en los festines placer…
Prepara lienzo y pinceles
Y deja que el viento bramo,
Y la lluvia se derrame,
Y estalle el rayo al caer.
A inspirarnos han venido
La noche con sus tinieblas,
El rayo con su estampido,
La lluvia con su rumor;
Tú pintarás lo que sientas,
Yo escribiré lo que siento
En el empuje violento
Del huracán bramador.
Yo escribiré cómo muge
El vendaval en tus torres,
Cómo entro las jarcias cruje
Del buque que va a anegar;
Cómo zumba en las almenas
Con que ciñes tus castillos,
Cómo silba en las cadenas
Que el puente han de sujetar.
Escribiré cómo imita
La humana voz en las rocas,
Y como el milano grita,
Y ruge como el león,
Silba como la serpiente,
Sorbe como la lechuza,
La voz de un incendio miente
Al cruzar un torreón.
Miente el graznido del cuervo,
Brama como el ronco toro,
Remeda el distante lloro
De una garganta infantil;
Y azotando los cristales,
Finge el fantástico vuelo
De espíritus infernales
Que pasan de mil en mil.
E imita el rumor confuso
De clarines y de aceros,
De carros y caballeros
Que van marchando detrás,
Y de un lejano combate
Los alarmantes clamores,
Y el ruido de los tambores
Que redoblan a compás.
Tú pintarás la montaña
Entre la niebla sombría,
Pintarás la lluvia fría
Derramada desde allí;
Los alcázares morunos,
Los pilares bizantinos,
Monumentos peregrinos
Embellecidos por ti.
Pintarás los gabinetes
Cincelados de la Alhambra,
Y el humo de los pebetes
Y las bellas del harén.
Tú pintarás las memorias
Que nos quedan por fortuna,
Yo escribirá las historias
Que vida a tus cuadros den.
Te diré el blando murmullo
De las aguas destrenzadas,
Y el melancólico arrullo
De la tórtola que amó;
Te diré cómo se mecen
Las flores sobre los tallos,
Cómo nacen, cómo crecen,
Cómo, el sol las agostó.
Tú nos pintarás al hombre
Con su choza o su palacio,
Y yo te diré su nombre,
Y lo que en el mundo fue:
Tú al mundo darás colores,
Yo le dará lengua y vida;
Tú pintarás los amores,
Y yo te los cantaré,
¡Pintor! Que la noche ruede
Con el ronco torbellino,
Que envuelta en tormentas quede
La desvelada ciudad;
Nosotros, lejos del mundo,
Otro mundo gozaremos,
De la hoguera que encendemos
A la roja claridad.
Calderón, Murillo, Ercilla,
Colgados por las paredes
Con su estoque y su golilla,
Forman nuestro mundo aquí.
Ahí están Lope, Cervantes,
Vinci, Rivera, el Ticiano…,
Con tintas para tu mano,
E inspiración para mí.
Prepara lienzo y pinceles,
Despliega tu fantasía;
Cuando nos sorprenda el día,
Que alumbre una creación.
Pintor, ese torbellino
Ha venido a visitarnos,
En él nos trajo el destino
La violenta inspiración.
Referencias
editar- ↑ Jenaro Pérez Villaamil, (1807 - 1854), pintor español.