La mujer intratable

​La mujer intratable​ de Esopo


Tenía un hombre una esposa siempre malhumorada con todas las gentes de su casa. Queriendo saber si sería de igual humor con los criados de su padre, la envió a casa de éste con un pretexto cualquiera.

De regreso después de unos días, le preguntó el marido cómo la habían tratado los criados en casa de su padre, y ella respondió:

-Los pastores y los boyeros sólo me miraban de reojo.

-Pues si tan mal te miraban, los que salen con los rebaños al despuntar el día y no vuelven hasta el empezar la noche, ¿cómo te mirarían todos aquellos con quienes pasabas el día entero?


Moraleja: Pequeños signos nos señalan grandes cosas, y débiles luces nos muestran secretos ocultos.