La muerte pido, un corazón amante

​La muerte pido, un corazón amante​ de Fernando de Herrera


 La muerte pido, un corazón amante   
 vos me entregáis, y me dejáis ausente   
 de las bellas lazadas de oro ardiente   
 y del sereno y celestial semblante.   
 

 ¿Por qué no temo pues el mal instante, 
 aunque sus rayos Marte ya clemente   
 contraiga, si el dolor que está presente   
 cansa el pecho en sus lástimas constante?   
 

 Este afán no esperado, esta partida   
 el errante furor enciende fiero,  
 no el trabajo cruel de enferma suerte.   
 

 Tal me hallo en la ausencia aborrecida,   
 que el dado corazón fue triste agüero   
 al duro cierto riesgo de la muerte.