La melodía predilecta
III
LA MELODÍA PREDILECTA
¡Oh, tócame el aire sencillo y sonoro
Que tanto en mis días floridos amé!
Despiérta, si puedes, los sueños de oro
Que entonces cruzaban mi mente en tropel.
Tierna tristeza cubrió mi alma,
Y las señales dejó en mi faz;
Tristeza en sombra, tristeza en calma....
¡Ay! ¿dónde ahora, ¡ay! dónde está?
Mas tócame ese aire tan dulce; pues brilla
Al alma entre sueños la prístina edad
Cual una lejana fantástica orilla
Que nunca los ojos á ver tornarán.
¡Oh, cuál cada nota trae á mi memoria
Alguna esperanza ó encanto feliz,
Que hace, alumbrando mi pasada historia
Sus lágrimas mismas hermosas lucir!
El nuevo sér que correspondido
El primer voto del amor da,
Rubor, recelo, dulce gemido....
¡Ay! ¿dónde ahora, ¡ay! dónde están?
Mas prolonga el dulce cantar, que sería
La mayor ventura, al plácido són,
En sueños de infancia, de luz y armonía,
Decir á la vida para siempre adiós.
Anónimo.