La música (Reina)
ALEMANA
Es el rumor de hirviente catarata
que en los abismos sus cristales quiebra;
del lúgubre cañón el estampido;
el sublime fragor de la tormenta;
el colérico grito de los mares
«cansados de luchar con sus cadenas»;
el acerado choque de las armas;
del bélico clarín la voz guerrera;
el gigante concierto de los mundos;
el son valiente de la trompa épica,
y el ritmo eterno, armónico y grandioso,
de la máquina inmensa de la tierra.
ITALIANA
Es el rumor del beso apasionado;
del aura los dulcísimos poemas;
las notas que del lago se levantan
en las noches azules y serenas;
la canción de los silfos a las flores;
de las arpas de oro las cadencias;
el ¡ay! desgarrador del moribundo;
el canto seductor de las sirenas;
el suspiro amoroso de las vírgenes;
de las aves canoras las endechas,
y las mil armonías de los bosques
que los espacios infinitos pueblan.
FRANCESA
Es el rumor ardiente de la orgía;
la barcarola rítmica y ligera
que las náyades cantan recostadas
en sus esquifes de coral y perlas;
el canto del amor y los placeres;
el crujido del raso y de la seda;
el allegro monótono que entona
la bola de marfil en la ruleta;
las sonoras y alegres carcajadas
de Paul de Kock; la voz de las grisetas;
de Beranger los cantos populares
y el choque de las copas de Bohemia.