La música (Reina)

La música
de Manuel Reina
A mi padrino el conde de Torres-Cabrera



ALEMANA
    Es el rumor de hirviente catarata
 que en los abismos sus cristales quiebra;
 del lúgubre cañón el estampido;
 el sublime fragor de la tormenta;
 el colérico grito de los mares
 «cansados de luchar con sus cadenas»;
 el acerado choque de las armas;
 del bélico clarín la voz guerrera;
 el gigante concierto de los mundos;
 el son valiente de la trompa épica,
 y el ritmo eterno, armónico y grandioso,
 de la máquina inmensa de la tierra.


ITALIANA
    Es el rumor del beso apasionado;
 del aura los dulcísimos poemas;
 las notas que del lago se levantan
 en las noches azules y serenas;
 la canción de los silfos a las flores;
 de las arpas de oro las cadencias;
 el ¡ay! desgarrador del moribundo;
 el canto seductor de las sirenas;
 el suspiro amoroso de las vírgenes;
 de las aves canoras las endechas,
 y las mil armonías de los bosques
 que los espacios infinitos pueblan.


FRANCESA
    Es el rumor ardiente de la orgía;
 la barcarola rítmica y ligera
 que las náyades cantan recostadas
 en sus esquifes de coral y perlas;
 el canto del amor y los placeres;
 el crujido del raso y de la seda;
 el allegro monótono que entona
 la bola de marfil en la ruleta;
 las sonoras y alegres carcajadas
 de Paul de Kock; la voz de las grisetas;
 de Beranger los cantos populares
 y el choque de las copas de Bohemia.