La limpieza no manchada/Acto III

La limpieza no manchada
de Félix Lope de Vega y Carpio
Acto III

Acto III

Salen la PIEDAD y la FAMA.
PIEDAD:

  Este ha de ser el pregón.

FAMA:

Luego oí que me llamabas.

PIEDAD:

Perdona, Fama, si estabas
en mayor ocupación.

FAMA:

  Ninguna lo puede ser
como servirte, Piedad.

PIEDAD:

Conozco tu voluntad.

FAMA:

Nunca me falta qué hacer.
  Que, en efecto, soy la Fama;
mas para servirte a ti,
nadie puede tanto en mí
ni así me provoca y llama.
  Cuando hay un caso cruel,
de mala gana le llevo
por el mundo, y no me atrevo
para dilatarme en él.
  Pero si es piadoso hecho,
le doy en dulces despojos
lengua y trompas a los ojos,
la voz, el alma y el pecho.
 

PIEDAD:

  No menos favor aguardo
de tu luz, que al sol aspira.

FAMA:

Cuéntame lo que es, y mira
que de mí dijo Bernardo,
  que yo más ilustre hacía
la virtud, aunque no soy
profeta santo, que doy
ejemplos en este día.

PIEDAD:

  Agustino, cruel llamó
quien menosprecia su fama;
monstruo otro sabio le llama.

FAMA:

Altamente me pintó
  Virgilio; pero ¿qué quieres,
pues mi ligereza sabes?

PIEDAD:

Que hoy, excediendo las aves,
el orbe terrestre alteres
  con lo que aquí te diré:
llega al oído.

FAMA:

Ya escucho.

 

(Sale el PECADO.)
PECADO:

Ya mi sufrimiento es mucho;
pero ¿cuándo no lo fue?
  De puro sufrir, no siento;
infierno, sufridme vos;
que ya, de sufrir a Dios,
tengo muerto el sufrimiento;
  porque me quiere quitar
Dios a mí la posesión,
con razón o sin razón,
como la quiere evitar.
  Agora quiere que haya,
con piadosas opiniones,
quien por mis jurisdicciones
con vara tan alta vaya.
  Yo no puedo prescribir;
que con buena fe poseo.

PIEDAD:

Que esto publiques deseo.

FAMA:

Piedad, bien te puedes ir,
  que ya tu pía opinión
correrá el mundo.

PIEDAD:

Ese vuelo
alegrará tierra y cielo.

(Vase.)


 

PECADO:

Estos mis contrarios son.
  ¿Qué habrá dicho la Piedad
a la Fama? Soy Pecado,
pues veo que siempre ha dado
sospechas, a mi maldad.
  Pero ¿qué mucho, si es
vara de almendro florido,
vara de Aarón, que ha tenido
mi encantamiento a sus pies,
  pues no lo quiero sufrir?
(Tocan una trompeta.)
¿Qué es esto? ¡Trompetas son!
Sin duda es Real pregón;
desde aquí le quiero oír.

 

FAMA:

  Oid, mortales que habitáis el mundo,
la voz sonora de la dulce Fama,
por todo lo que cerca el mar profundo,
y calienta del sol la viva llama:
Europa, escucha; que en tu nombre fundo
la mejor parte que hoy el tiempo aclama,
la menor de las partes de la tierra,
pero la más antigua en paz y en guerra;
  oye, Italia, en quien reina laureada
la cabeza del mundo, y luego atiende,
en medio de los trópicos fundada,
África, adonde el sol más vivo enciende;
Cartago, a Roma pertinaz y honrada
por la defensa que tu nombre ofende,
oye mi voz; y admire el nuevo estilo
las siete bocas del egipcio Nilo;
  Asia, mayor que todas, que tuviste
un tiempo a Roma por cabeza hermosa;
tú, que tanta materia a mi voz diste,
óyela agora en opinión piadosa;
América, que un tiempo te añadiste
por la opinión antigua fabulosa,
pues de blasones de Hércules distinto
te dio nuevas columnas Carlos quinto;
  oye el pregón que la Piedad cristiana
me manda publicar por todo el orbe,
desde la más remota parte indiana,
pintados arcos flechadora encorve;
ningún rumor, ni ociosidad humana,
últimos ecos a mi acento estorbe,
ni deje de tener tan advertido
el celo a la Piedad, como el oído.

 

FAMA:

  A la pía opinión de que María,
del mundo claro honor, cielo admirado,
fue concebida aquel ilustre día
sin mancha vil de original pecado,
fiestas ordena el cielo, y de alegría
le presta sus estrellas el dorado
manto del cielo, haciendo luminarias
a las torres del mundo en partes varias.
  Este pregón se da, porque a noticia
venga de todos la opinión piadosa
que ha dado hasta a los ángeles codicia
de venir a servir su Reina hermosa;
servirla cielo y tierra es de justicia;
a entrambos les honró con olorosa
suavidad, con que trujo a Dios al suelo
y al hombre puro en lo mejor del cielo.

(Vuele arriba.)
PECADO:

  Escucha, espera, detente;
oye, Fama, enfrena el vuelo;
no rasgues nubes al cielo
con vuelo tan diligente;
que alborotas vanamente
  las cuatro partes del mundo,
hecha Faetón sin segundo
que vuela tan diligente,
dando nuevas a la gente
de la pena en que me fundo.

 

(Sale ALEMANIA: es un hombre vestido de alemán.)
ALEMANIA:

  A la fama del pregón
que en Alemania se ha dado,
vengo a saber con cuidado
adónde las fiestas son;
  que la limpia Concepción
de aquella Niña divina,
el más duro pecho inclina
a piadosa devoción.
  Aquí me dirá mejor
este gentilhombre el caso.

PECADO:

Las desventuras que paso
dirán el de mi dolor.

ALEMANIA:

  ¡Ah, caballero!

PECADO:

Ya fui
algún tiempo caballero.

ALEMANIA:

¿Habéis a la Fama oído
las nuevas del buen suceso
desta pía devoción,
en que es la Reina del cielo
concebida sin pecado
por universal acuerdo?
¿Si está cerca la ciudad?

 

PECADO:

No pienso que está muy lejos;
echad a la mano izquierda
hasta la cruz de un repecho;
pero no vais por allí;
pues avisaros pretendo
que está la ciudad de Augusta,
con las fiestas que se han hecho,
llena de varias naciones.

ALEMANIA:

Vos no me entendéis.

PECADO:

(Aparte.)
Ni aun quiero
entender.

ALEMANIA:

¿No respondéis?

PECADO:

¿No decís si está sujeto
este reino de Suecia,
con otro, germanos reinos,
a la Casa de Austria? Sí.

ALEMANIA:

Él es sordo, yo le dejo;
¿cómo os llamáis?

PECADO:

El Pecado.

ALEMANIA:

Luego ¿se dijo por eso
que el Pecado fuese sordo?

 

PECADO:

Sordo soy cuando no quiero
oír lo que me está mal.

ALEMANIA:

¿De dónde sois?

PECADO:

Del infierno.

ALEMANIA:

Bien sé que sois su vecino;
pero vuestro nacimiento
algunos dicen que fue
en el campo damasceno,
en un verde Paraíso
que muchos santos quisieron
ver con sus ojos mortales.

PECADO:

Así es verdad.

ALEMANIA:

En fin, esto
de la Virgen, ¿no queréis
escucharlo?

PECADO:

Yo prometo,
Niña divina, de hacer,
mientras os celebra el suelo,
tanto sentimiento y llanto,
que exceda mi sentimiento
a las fiestas de los hombres;
y pues morderos no puedo
ese victorioso pie
que en la frente me habéis puesto,
morderé el suelo, y haré
locuras; pero ¿qué intento,
si soy aquel Leviatán,
y sobre el pasado freno
me añaden este bocado
contra el bocado primero?

(Vase.)


 

ALEMANIA:

  Amenazando la tierra
se parte el fiero dragón.

(Sale FRANCIA.)
FRANCIA:

¿Qué católica nación
de cuantas el mundo encierra
  no hará fiestas este día?
¡Ah, caballero!
{{Pt|ALEMANIA:|
¿Quién es?
Aunque el hábito francés,
gentileza y gallardía
  dicen quién sois.v

FRANCIA:

Yo soy Francia.

ALEMANIA:

Yo Alemania.

FRANCIA:

Bien sabréis,
si a Brígida en vos tenéis,
nuevas de tanta importancia
  como la Fama pregona.

ALEMANIA:

Bien lo oí, pero no sé
lo que desde hoy se ve
por toda aquesta Corona.

}}
(Sale ESPAÑA con corona.)
ESPAÑA:

  En la gloria dichosa
de aqueste alegre y venturoso día,
España belicosa,
por cuanto dilató tu Monarquía,
ofrece humildemente
hasta el laurel de tu temida frente.
  No habrá nación ninguna
que a mis fiestas iguale, Virgen bella,
Más que la blanca luna
y el sol del alba, tramontana estrella;
que a nadie importa tanto
la estimación de vuestro nombre santo.

FRANCIA:

  ¿Quién es aquesta dama
coronada de flores la cabeza,
digna de eterna fama?

ESPAÑA:

España soy, que quiere a su grandeza
añadir este día;
esclava soy del nombre de María.

FRANCIA:

  Aquí dichosa España,
tienes a Francia.

ALEMANIA:

Aquí a Alemania tienes,
que siempre te acompaña
a celebrar de tu valor los bienes.

 

ESPAÑA:

Esta opinión piadosa
más rica me ha de hacer y más hermosa.
  Dadme los brazos vuestros,
pues que tal parentesco nos enlaza.

ALEMANIA:

Los venturosos nuestros,
estrechamente, España ilustre, abraza.

ESPAÑA:

En fin, ¿estáis dispuestas
a celebrar conmigo grandes fiestas?

FRANCIA:

  Las dos, con tu licencia.
vamos a convocar nuestras naciones.

ALEMANIA:

Ulma tiene opulencia.

FRANCIA:

Corta será, si con París la pones.
Porque tuvo primero
esa opinión, la estimo y la prefiero.

ESPAÑA:

  Partid, provincias bellas;
partid a celebrar fiesta tan justa.

ALEMANIA:

Si estuvieras en ellas,
vieras las que hace la famosa Augusta.

FRANCIA:

Y si en París te hallaras,
sólo a tu devoción las igualaras.

(Vanse las dos.)


 

ESPAÑA:

  Pasad, tiempos venturosos,
pues con vuestros pies ligeros
corréis por la posta en siglos
y por la edad en aumentos.
Pasad, años; pasad, lustros
y olimpíadas corriendo,
hasta llegar a la edad
del gran Filipo tercero,
de aquel santo defensor
de la Iglesia, en quien ha puesto
el cielo opinión tan santa
por tantos ilustres hechos.
Pasó el tiempo volador;
en sus alas llegó el tiempo;
con razón dijo Agustino:
en mi pensamiento vuelo;
ésta es mi tierra, llegué
en las alas del deseo;
éste es el más español,
por su defensa soberbio.
Ya dividido en tres partes,
su forma desde hoy contemplo:
allí la gran Lusitania,
entre Guadiana y Duero;
allí, con sus tres coronas,

 

ESPAÑA:

Aragón; allí los reinos
de Jaén y de Granada,
con el andaluz imperio,
hasta donde abrió Colón
las puertas del Mundo Nuevo;
ya los montes Marianos
se muestran verdes, corriendo
hasta el mar; ya se levantan
los nevados Pirineos,
donde se acaba Navarra,
y el mar de Vizcaya, opuesto
a Francia, tiene principio.
¡Oh, Castilla!, ¡Oh, gran Toledo!
¡Oh, ilustre Valladolid!
Pero, ¿por qué me detengo,
ínclita ciudad famosa,
favorecida del cielo,
Real Universidad,
madre de tantos ingenios,
que has dado tantos Catones
a los Reales consejos
del soberano Filipo,
y a tantas grandezas dueños?
¡Famosa Universidad,
Salve, luz del Evangelio,
celebrada en todo, el mundo
con razón!

 

(Sale la UNIVERSIDAD DE SALAMANCA, muy bizarra en el tocado cinco plumas, cada una de su color, que son sus armas.)
UNIVERSIDAD:

Contenta llego,
invictísima Señora,
reina de tan grande imperio,
que por tierras de Filipo,
sin mar, sin ajeno puerto,
se puede dar vuelta al mundo
a tus voces y requiebros,
que enamorada de oirlos.
a darte mis brazos vengo.

ESPAÑA:

Universidad famosa,
que al platónico Liceo,
y a la Academia más rara
que vio el Romano y el Griego,
haces la misma ventaja
que a las retamas los cedros,
los laureles a los mirtos,
y el hijo del sol al hielo;
honor y corona mía,
por quien vivo, y por quien tengo
fama en el mundo, y tus hijos
los que sustentan mi cetro:
a darte vengo mil gracias
por el nuevo juramento
que con tal solemnidad.
¡oh, gloria de España! has hecho
de defender la opinión
piadosa con santo celo,
de que la Virgen divina,
por especial privilegio,
sin pecado original
fue concebida.

 

UNIVERSIDAD:

Mi intento,
España, fue su servicio,
mostrando el vivo deseo
con que pretendo alabarla,
con que servirla pretendo,
cuanto alcanzare en mis hijos,
la fuerza de sus ingenios.
No verás desas colores,
adorno destos cabellos,
cabeza o pecho adornado.
de Doctor ni de Maestro
de aquesta Universidad,
que no le jure primero
esta defensa divina
a la Emperatriz del cielo.

ESPAÑA:

¡Él te pague, laurel mío,
celo tan santo, y subiendo
a las estrellas tu nombre,
hagan tan fértil tu pecho,
que estén en torno de ti
tus hijos como renuevos
de oliva, y tú victoriosa,
fecunda del fruto, en medio!
¡Plega a Dios que ocupen todos
lo que merecen, pues vemos
que con tan santa Abogada,
no puede faltarles premio!

 

UNIVERSIDAD:

¿Tanto favor, madre España?

ESPAÑA:

Dame esos brazos, creyendo
que más que al resto del mundo
te quiero, estimo y respeto.

(Tocan y abrazanse, y vanse, y salen la DUDA y el CUIDADO en hábito de galanes, de camino.)
DUDA:

  Ya te digo, Cuidado, que he venido
por todas las provincias de este reino
a publicar que soy el Desengaño,
pues sabes que le tengo de mi duda.

CUIDADO:

El tiempo volador todo lo muda.

(Salen cuatro estudiantes gorrones; el uno se llama ZOQUETE.)
CUIDADO:

  ¿Qué gente es ésta?

DUDA:

Parece
que estudiantes.

CUIDADO:

Y lo son;
escucha un poco.

ESTUDIANTE 1.º:

Razón
será oirle.

ESTUDIANTE 2.º:

Y lo merece.

 

ZOQUETE:

  Quedo, que esto de picar
no lo podré consentir;
que una cosa es argüir,
y otra cosa es el jugar.
(Píquenle.)
  ¡Ay, ay!

ESTUDIANTE 1.º:

¿Qué hay?

ZOQUETE:

Inhumano
alfiler; eso es puericia,
Deprehensus est in malitia.

ESTUDIANTE 2.º:

Quedo, que es mi primo hermano.

ZOQUETE:

  Si fuera jumento yo,
no dudo de que lo fuera.

ESTUDIANTE 3.º:

Trátenle de otra manera.

(Gargajo.)
ZOQUETE:

Excrementos, eso no;
  Cierre el os, o si le abre,
Vivit Dominus in coelis
cum sanctis et cum angelis,
que el caput le descalabre.

ESTUDIANTE 2.º:

  Ahora bien, yo quiero hacer
estas paces. ¿Qué ha compuesto
al cartel que aquí se ha puesto?

 

ZOQUETE:

Glossam feci.

ESTUDIANTE 1.º:

Diga, a ver.

ZOQUETE:

  Si calla...

ESTUDIANTE 2.º:

Este promete:
todo hombre, como no cite...

ZOQUETE:

Estote quieti et audite.

ESTUDIANTE 3.º:

Diga, dómine Zoquete.

ZOQUETE:

  Muy bien sé que se hacen fiestas
a la limpia Concepción,
y que al juramento son
aquestas glosas compuestas.
  Jurad tan santo estatuto,
porque no os ha de pesar;
que buen fruto, os ha de dar
quien a Dios nos dio por fruto.
  Pecó Adán, que en cueros yace
en el Paraíso crudo,
mas requiescat in pace;
que el hombre que anda desnudo
no acierta en cosa que hace.
  Cubrió de bayeta y luto
el mundo, que estaba enjuto
de la humana tempestad;
por tanto, Universidad,
jurad tan santo estatuto.

 

ESTUDIANTE 2.º:

  ¡Vítor, vítor; está bien!

ZOQUETE:

¿Prosigo y procedo?

ESTUDIANTE 1.º:

Sí.

ZOQUETE:

Pues cuidado, porque aquí
hay dificultad también.
[...]
  Juró el Señor, él lo dijo,
que aunque a Dios jurar licebit,
de hacer clérigo a su Hijo,
y nuquam te paenitebit,
como David lo predijo:
  así que podéis jurar:
en Dios ejemplo tenéis;
jurad que a la estrella mar
Concepción defenderéis,
porque no os ha de pesar.

ESTUDIANTE 3.º:

  Esa copla es vizcaína.

ZOQUETE:

¿Por qué?

ESTUDIANTE 3.º:

Porque falta un la.

ZOQUETE:

¿No ve que suplido está,
como en la lengua latina?

 

ESTUDIANTE 1.º:

  Certe soloecismum dicis.

ZOQUETE:

En vano de eso se altera,
demás que en una litera
nunquam mires con amicis.
  La Virgen fue concebida
sin pecado original,
y antes santa que nacida;
que en el líbranos de mal
nunquam fue comprehendida.
  Y pues la supo obligar,
y tanto la supo honrar
el fruto del ventris tui,
claro está que siendo fui,
que buen fruto os ha de dar.
  ¿Qué les parece?

ESTUDIANTE 1.º:

Muy mala.

ZOQUETE:

¿Cómo mala?

ESTUDIANTE 2.º:

¿Qué rocín
encajara ese latín?

 

ZOQUETE:

Ninguno ¡por Dios! le iguala,
quien a Dios nos dio por fruto.
  Esta Virgen puede hacer
doctores y licenciados,
maestros cuantos querer,
y dar a los desbarbados
barbas con qué pretender.
  Como es de Dios acueducto,
que vino por su conducto,
de los tesoros que encierra
dará plazas como tierra
quien a Dios nos dio por fruto.

ESTUDIANTE 2.º:

  ¿Cuánto va que os han de echar
de España por esa glosa?

ZOQUETE:

La glosa está misteriosa.

ESTUDIANTE 3.º:

El precio le quiero dar.
  ¡Al ojo, seor licenciado!

(Gargajean.)
ZOQUETE:

Non videt oculus meus,
que es cristiano; y vivit Deus,
que un oculo me has tapado.

(Vanse los estudiantes.)


 

CUIDADO:

  ¿Qué te parece?

DUDA:

Que están
de regocijo y de fiesta.

CUIDADO:

Es grande ocasión aquesta,
lugar a las fiestas dan.
  Aquí se descubre España
debajo de aquel dosel.

DUDA:

Digna es del verde laurel
de cuanto el sol dora y baña.

(ESPAÑA sentada en un trono; sale un baile de labradores.)
MÚSICOS:

  Pues llegó esta Niña,
cerca viene Dios;
que en riendo el alba
luego nace el sol.

UNO:

Niña hermosa y linda.

TODOS:

Luego nace el sol.

UNO:

Pura y sin mancilla.

TODOS:

Luego nace el sol.

UNO:

Que nació con risa.

 

TODOS:

Luego nace el sol.

UNO:

Nunca fue cautiva
del fiero dragón.

TODOS:

Pues llega esta Niña,
cerca viene Dios.

(Vanse.)
ESPAÑA:

  Den a la Universidad
una corona de estrellas,
de diamantes, pues en ellas
tuvo lugar su piedad;
hale dado autoridad
este dichoso estatuto,
y aquel glorioso tributo
que defensora la nombra,
de que no pudo a la sombra
pagar el sol tal tributo.

DUDA:

  Bien celebra Salamanca
este santo juramento.

CUIDADO:

Anda en aqueste contento
tan piadosa como franca.

 

DUDA:

Luna tan hermosa y blanca,
manchada no puede ser,
porque esta fuerte mujer
pisó el cuello del gigante
que quiso un tiempo, arrogante,
quitarle a Dios el poder.

CUIDADO:

  ¡Qué bien colgadas están
las Escuelas y las calles!

DUDA:

No hay falta que en ellas halles,
al sol mil envidias dan:
sucesivamente van
las naciones.

CUIDADO:

Calidades
tienen las antigüedades.

DUDA:

Más antigua Portugal,
porque fantasía igual
no la hay en estas edades.

CUIDADO:

  Ella, por lo menos, es
nación grave y belicosa.

DUDA:

Añade presuntuosa
de la cabeza a los pies:
muriéndose un portugués
este testamento hacía:
«Deijo miña fantasía
a meu fillo mor, que seu
a cosa millor que eu
en miña casa tenia.»

 

CUIDADO:

  Tratando dellos estáis,
y sus músicos asoman.

DUDA:

Honrar las fiestas se abonan

CUIDADO:

Naon se pode decir mais.

DUDA:

Si a un lado no os apartáis
os darán una pancada.

CUIDADO:

Quede esta vez bien pisada
la cabeza a la culebra.

DUDA:

Bien haya, amén, quien celebra
la limpieza no manchada.

(Sale un baile de portugueses.)
MÚSICOS:

  ¡Ah, Menina celestial!
Sois sin culpa concebida,
y basta, si alguien dubida,
que lo jure Portugal.
¡Ay, ay, ay!, ¡qué Deus!, ¡ay, ay!
¡Ah, Menina formosa mai!
O pecado naon podia
manchar a Menina bela,
que si Deus se viste dela
a tela limpia seria:
naon pudo, fazerle mal
puramente concebida,
y basta, si alguien dubida,
que lo jure Portugal.

(Vanse.)


 

ESPAÑA:

  Den laurel a Portugal
de esmeraldas y de oro:
sean las hojas un tesoro
a sus méritos igual;
que mi corona Real,
con su espada lusitana,
en la nación otomana
extendió con tal valor,
que ha quedado superior
a la grandeza romana.

DUDA:

  ¡Oh, qué bien que está adornada
la delantera de Escuelas!

CUIDADO:

¿Quién fueron los comisarios?

DUDA:

¡Quién Virgilio, Homero fuera!
Pero ya la Fama hace
su alabanza en propia lengua:
fray Agustín Antolínez.

CUIDADO:

Justamente le celebras.

 

DUDA:

Catedrático de Prima,
de Teología: ya llega
el noble doctor Pichardo,
que la cátedra gobierna
de Prima, en Cánones; luego
el sabio doctor Vinuesa,
catedrático de Leyes,
y que escribirlas pudiera
su ingenio de nuevo todas,
si en España se perdieran;
fray Juan Márquez, que es un Fénix;
de sus virtudes y letras
tiene ocupada la Fama,
y cuando se hiciera lenguas
de diamantes la gastara
en alabar sus grandezas.

CUIDADO:

¿Cómo dejas de decir
en cuyas manos tan bellas,
desta Virgen pura y limpia,
se ha de jurar la defensa?

DUDA:

En las de su Obispo insigne,
que la misa en estas fiestas,
con digna grandeza suya
de pontifical celebra.
¿Cómo te diré, Cuidado,
las virtudes y excelencias
de su ilustrísima casa?
¿Cómo quieres que yo sea,
con mi rudo entendimiento,
faetón de sus excelencias?
Con el silencio le alabo
mucho más.

 

CUIDADO:

Pienso que aciertas.
(Sale la INDIA con un baile de indios.)

INDIA:

Con la justa obligación,
España, que te he debido
de haberme dado tu fe,
vengo a ofrecerte mis hijos.

ESPAÑA:

Bien te conozco, Castilla;
que disfrazada has venido
por más regocijo y fiesta.

INDIA:

Todo ha sido por serviros.

ESPAÑA:

Una corona te ofrezco
de leones y castillos,
de perlas, oro y diamantes.

INDIA:

Tus pies beso; bailad, indios.
(Cantan:)
  Runfalalá, que no toca a la Niña,
runfalalá, la culpa de Adán.

UNO:

La Niña divina.

TODOS:

Runfalalá

UNO:

María bendita.

 

TODOS:

Fanfalalá.

UNO:

De los ojos niña.

TODOS:

Runfalalá.

UNO:

De Dios que la mira.

TODOS:

Fanfalalá.

UNO:

La frente le pisa
el vil Leviatán.

TODOS:

Runfalalá, etc.

(Vanse.)
DUDA:

  Contenta ha quedado España.

CUIDADO:

Con razón contenta queda.

DUDA:

Bien han bailado los indios.

CUIDADO:

Extremada fue la letra;
  bien parecen los laureles,
la grandeza y majestad.

DUDA:

Llega la Universidad,
sus insignias y bedeles:
  ¿vió Roma triunfos mayores,
Césares ni capitanes?

 

CUIDADO:

¡Qué gallardos, qué galanes
que van los conservadores!
  Mas ya el estandarte pasa.

DUDA:

Gozoso de verlo estoy.

CUIDADO:

Don Gonzalo de Monroy
le lleva, de cuya casa
  es tan clara la opinión.

DUDA:

Bien se empleó el estandarte.

CUIDADO:

Sí, que es en armas un Marte,
y en consejo otro Catón.

(Sale ETIOPÍA con un baile de negros.)
ETIOPÍA:

  Aquí, generosa España,
Etiopía te presenta
sus fiestas y regocijos.

ESPAÑA:

Aunque disfrazada vengas,
te conozco, Andalucía,
y porque a buen tiempo llegas,
te quiero enseñar un cuadro
que he tomado por empresa
desta pía devoción,
y harásle tú la primera
reverencia, pues tuviste
non plus ultra de mi lengua.

 

ESPAÑA:

(Bájese ESPAÑA del trono, toquen chirimías e hínquense de rodillas y descúbrase un cuadro de la limpia Concepción de Nuestra Señora, en un altar muy adornado, y acabado de descubrirse, bailen los negros.)
(Cantan:)
  De culebra que pensamo
morde a María lo pe,
turo riamo, turo riamo,
¡he, he, he!,
y a bailar venimo
de Tambucutú
y Santo Tomé,
¡he, he, he!
Jesucristo no consiente
en su templo andar Juría
que vende mercadería,
que le azota bravamente:
¿cómo sufrirá serpente
morder a María el pe?
Turo riamo: ¡he, he, he!,
que a bailar venimo
de Tambucutú
y Santo Tomé:
¡he, he, he!

(Vanse.)
ESPAÑA:

  Con tal regocijo y fiesta,
dándole infinitas gracias
a la Virgen, hace fin
La limpieza no manchada.