La indiferente (Salas y Quiroga)

La indiferente
de Jacinto de Salas y Quiroga


(Música de Romagnesi.)

 La indiferente y bella Flora
 del amor ciego se burlaba,
 sin experiencia a toda hora
 la pobrecilla así cantaba:
 «No temo, amor, tu poderío,
 a pesar de toda tu saña,
 libre seré de tu albedrío;
 tu buena cara no me engaña».

 «Me lo han dicho mis compañeras,
 los hombres son muy inconstantes;
 si con ellos somos severas
 suelen mostrarse muy amantes;
 si nos rendimos, los bribones
 nos abandonan cruelmente;
 ¡ay! Quien se fía de tal gente
 merece males a millones».
 Pero el amor lo vence todo,
 y a su poder se rindió Flora;
 pronto, humilde, y de mejor modo
 así cantaba a toda hora:
 Amor, me rindo... ¡qué dulzura
 sobre mi pecho has esparcido!
 ¡Por qué tan tarde he conocido
 tu dulce imperio y mi locura!