Escena X editar

CANTALICIO, VICTORIA, HORACIO, DON NICOLA, CONSTRUCTOR, PEONES 1.º y 2.º y ALBAÑIL.


CANTALICIO.- (Desde fuera aún.) ¿Por qué no me han dejao?...


(Rumor de voces.)


PEÓN 2º.- ¡Mírenlo!... ¡Pobre hombre, cómo viene!...

CANTALICIO.- (Apareciendo sin poncho, tambaleante, sostenido por VICTORIA y con el brazo derecho ensangrentado.) ¿No están conformes con haberme molestado en vida?... Déjenme morir en paz... y ande se me antoje...

VICTORIA.- ¿Por qué es tan caprichoso?... ¡Aquí no tenemos nada para curarlo!... ¡Venga a casa!...

CANTALICIO.- No preciso que me curen. ¡Me via morir!... ¡Se acabó!... El criollo viejo ya no los incomodará más... ¡Nunca más!...

DON NICOLA.- Atienda, don Cantalicio... La muchacha tiene razón... ¡Nosotros no queremos dejar que un criollo se muera como un perro!...

VICTORIA.- (Alterada.) ¡Cállese, tata!... ¡Déjelo en paz!...

CANTALICIO.- Déjalo... déjalo, muchacha... Puede decir lo que quiera... ¡Es dueño del campo!... ¡Está en su casa!... (Quejándose.) No puedo más... Llévame, m'hijita... Sos la única gringa buena... Allí... al ombú. Si lo voltean antes que me muera, dejen no mas que me caiga encima...


(VICTORIA lo conduce lentamente hacia el ombú.)


HORACIO.- (Al CONSTRUCTOR.) ¿Y cómo fue eso?

EL CONSTRUCTOR.- Iba a todo galope, y al pasar junto a la máquina, el caballo dio una espantada y lo arrojó lejos... Le recogimos desmayado. Cuando volvió en sí...

HORACIO.- ¿Por qué no lo llevó a la chacra, amigo?...

EL CONSTRUCTOR.- Si se quería tirar del automóvil al pasar por acá... Por eso me detuve...

HORACIO.- ¡Qué desgracia!... Pero no ha de ser grave, ¿verdad?

CONSTRUCTOR.- ¡Cuando menos, algo roto! Dio contra un poste...

CANTALICIO.- (Acomodándose entre las raíces del ombú.) ¡Dejame aquí no más m'hijita!... Entre estas raíces que parecen brazos... Era destino de Dios que había de morir en mi mesma tapera...

DON NICOLA.- ¡Caramba, don Cantalicio!... ¡Usted hace mal en ser tan porfiado!...

CANTALICIO.- (Irguiéndose.) Retirate... ¡gringo!...