La gringa: 07
Escena VI
editar- DON NICOLA, Peones, MARÍA y VICTORIA.
DON NICOLA.- (Saliendo, con el PEÓN 1.º) Sí. ¡Natural! ¡Natural!...Los animales no sienten, ¿eh?
PEÓN 1º.- Vea, don Nicola. Le digo que esa yegua es muy mañera. Esta madrugada, cuando la até, casi me rompe un balancín a las patadas...
DON NICOLA.- (Sacándose los gruesos guantes verdes.) Ma, por eso no se la castiga, ¿me entiende? ¿Se ha pensado que las yeguas son hombres... y que comprenden las cosas cuando les pegan?
PEÓN 1º.- No, pero...
DON NICOLA.- Basta. No se habla más... (Van saliendo lentamente los otros Peones, con indumentaria parecida a la de PRÓSPERO. Algunos con arreos y herramientas en las manos, que arrojan al suelo en cualquier parte. DON NICOLA se sienta sobre un tarugo o banco, saca una pipa, la llena, la enciende pausadamente y comienza a desatarse los tamangos; después aparece VICTORIA con una olla hirviendo de mate cocido y se pone a llenar las escudillas. Los Peones las van tomando uno por uno, con la ración de galleta, y se esparcen por el patio, sentándose en el suelo a hacer sopas y tomar el desayuno. Pausa prolongada, cuya duración puede depender de la buena disposición escénica.) Diga, Ramón. ¿Va bien la reja en la melga del Alto Grande?...
PEÓN 2º.- No, señor don Nicola. Creo que debíamos dejar ese pedazo hasta que llueva. Aquello es romper arados y matar animales al ñudo. Ta muy seca la tierra.
DON NICOLA.- Bueno. Andate ahora al rastrojo de la punta del alfa. Irá mejor... ¡Victoria! Traeme las botas... y decile a Luiggin que me ate el tordillo viejo en el birloche. Voy al pueblo. ¿No ha venido Luiggin? ¿Dónde está ese muchacho?...
(VICTORIA entra por la puerta derecha y regresa en seguida con las botas.)
MARÍA.- (Asombrada.) ¡Oh!... ¿Vienen o no vienen a tomar el café?... ¿Qué se han creído?... Hace una hora que está pronto.
DON NICOLA.- Esperate un poco... ¡caramba!... (Se pone las botas.)
VICTORIA.- ¿Quiere el otro saco?
DON NICOLA.- ¿Y cómo no?...
(VICTORIA vase de nuevo.)