La flor de los recuerdos (México): 18



A S.M.I. Eugenia editar

A S. M. I. Eugenia,

EMPERATRIZ DE LOS FRANCESES


SERENATA MORISCA


INTRODUCCION

I. editar

Yo adoro, bardo errante, la gloria y la hermosura;
Mi templo es el espacio, mi altar la creación;
Yo vivo en la pasada para la edad futura,
Y aislado entre dos siglos está mi corazón.
Tu gloria y tu hermosura por eso solitaria
Mi voz canta en las sombras al pié de tu balcón:
Perdona pues, señora, si viene temeraria
A perturbar tu sueño mi bárbara canción.

Yo habito de Granada las arabescas ruinas:
Allí donde los muros de tu mansión natal
Del áureo Darro lamen las ondas cristalinas,
Cual ora las del Sena tu alcázar imperial.
Yo habito aquellas lomas y páramos felices,
Dó reberbera espléndido el sol meridional
Que ha dado á tus cabellos del oro los matices,
Y á tu purpúrea boca las tintas del coral.

Yo habito allí, señora, muy lejos de los hombres,
De seres misteriosos en otra sociedad,
Dó hablamos otra lengua y usamos otros nombres
Perdidos ya ó estraños á la presente edad.
Yo habito aquel imperio de luz y poesía,
De calma religiosa, de santa soledad,
Dó son mi amistad sola, mi sola compañía
Las sombras de los dueños de la gentil ciudad.

Las nómades costumbres de su africana tierra
Cambiaron mi lenguaje, mi fé, mi educación:
La fé de los poetas que el cristianismo encierra
Desdeñará á las mias unir su inspiración;
Tu gloria y tu hermosura por eso solitaria
Mi voz canta en las sombras al pié de tu balcón:
Perdona pues, señora, si viene temeraria
A perturbar tu sueño mi bárbara canción.