La flor de los recuerdos (México): 04
III. LAS ROSAS MEXICANAS
editarSERENATA MORISCA
CON LA CUAL SALUDA EL AUTOR DE ESTE LIBRO
AL BELLO SEXO MEXICANO
MOTE.
De las flores preciosas
Americanas,
Dice que sois las rosas
Las Mexicanas:
Pues si sois tales,
Yo soy la mariposa
De los rosales.
ESTROFA I.
editarBalsámicas, gentiles, incomparables flores,
Orgullo de este fértil Eden occidental,
Sin par en el perfume, sin par en los colores,
Cual hijas de su eterno calor primaveral:
Hurís á quien animan la luz y los fulgores
Del cielo y los volcanes de su país natal,
Y á cuyos ojos prestan sus rayos vibradores
Los astros centellantes el cielo tropical;
Las flores todas que dan las playas
De Asia y Europa y Africa ví,
Los amarantos de Nola y Bayas,
De Fez y Tánjer los alhelís,
Las rosas frescas de Alejandría,
Los tulipanes de Abdúl-Medjid,
Los azahares de Andalucía
Y las camelias que ama París:
Y como sois famosas
Las Mexicanas,
Vengo á veros ¡oh rosas,
Americanas!
Y pues sois tales,
Yo soy la mariposa
De los rosales.
ESTROFA II.
editarGazelas de estas áureas espléndidas montañas,
Abejas luminosas de su feráz jardin,
Palomas anidadas entre sus dulces cañas,
Perlas del mar que brama de Méjico al confin;
Yo soy el vagabundo poeta de las flores,
Y os traigo un ramo de ellas, que aunque es ofrenda ruin,
Acaso conquistarme podrá vuestros favores
Por mariposa vuestra si me aceptais al fin.
Yo sé la historia de los amores
De cuantas flores, vagando, ví,
Y en versos dulces y arrulladores
Como las áuras, la sé decir.
Abrid, ¡oh rosas americanas!
Vuestra corola fresca y gentil:
Las mariposas son las hermanas
De los poetas en mi país.
Los poetas de Oriente
Son mariposas
Que anidan muellemente
Bajo las rosa:
Y pues sois tales,
Yo soy la mariposa
De los rosales.
ESTROFA III.
editar
Yo os traigo solo flores y trobas, muy sencillas
Como regalo tosco de bárbaro Oriental;
Pues aunque sér me dieron y nombre las Castillas,
Habito los desiertos del árabe arenal.
Sus tribus me adoptaron, y al aceptar el traje,
La lengua y las costumbres de su region natal,
Su instinto vagabundo, su condicion salvage
Pegáronme á despecho del coazon lëal.
Poeta moro, vengo de Oriente
A oir los cantos de esta region:
Bardo cristiano, vengo á Occidente
Las maravillas á ver de Dios.
Mariposilla sin compañera,
Vengo saltando de flor en flor,
Puse de las gálias en la ribera
Se queda preso mi corazon.
Poeta ó mariposa,
De amor perdida
Paso de rosa en rosa
Mi inquieta vida:
Y en ansias tales
Vago solo y sin rumbo
Por los rosales.
ESTROFA IV.
editarPor eso mezcla estraña de moro y de cristiano,
De bárbaro y de culto, católico y gentil,
Del árabe salvaje y el noble castellano
La lengua y los cantares confundo veces mil.
Por eso en doble estilo, ya culto, ya villano,
Os canto al són del harpa ó al són del tamboril,
Y en este ramillete que os da mi torpe mano,
Mezclé todas las flores del bosque y del pensil.
Y en esta fácil alegoría,
Y en este canto de estraño són
Os da las flores del alma mia,
Cristiana ó mora, mi inspiracion.
Hurís Aztecas, lindas sultanas,
Abridme al paso vuestro balcon:
Rosas, el cáliz abrid lozanas
Al manso arrullo de mi cancion.
Mariposilla, dadme
Vuestros olores:
Trovador, aceptadme
Mis gayas flores;
Y perenales
Para mí darán rosas
Vuestros rosales.
ESTROFA V.
editarHermosas, no á mi oferta cerreis la mano arisca
Sultanas, no el oido cerreis a mi cancion;
Para vosotras templo mi guzla berberisca,
Y dejo por vosotras en mi mansion morisca
A la que tiene sola mi fé y mi corazon.
Hurís de este Eden rico de aromas, luz y oro,
Si á cuentos y cantares teneis aquí aficion,
De cuentos y cantares juntemos un tesoro:
Yo os dejaré los mios en mi dialecto moro,
Y llevaré los vuestros á mi oriental region.
Y de mis flores con la semilla
Haced, hermosas, aquí un plantel;
Yo de los mares á la otra orilla
Vuestros rosales trasplantaré.
Léila mi gracil hurí africana,
La que de mi alma guarda el vergel
Vuestros rosales cuidará ufana,
Y yo á su sombra reposaré.
Rosas de mis recuerdos,
En los pensiles
De la Europa, capullos
Dareis á miles:
Y allá en mis males
Sombrearán mis recuerdos
Vuestros rosales