PANDURO
Rellánense; que todo saldrá a cuajo,
si es que lo quiere el cielo benditísimo.
ALGARROBA
Mas echémoslo a doce, y no se venda.
[PANDURO]
Paz, que no será mucho que salgamos
bien del negocio, si lo quiere el cielo.
[ALGARROBA]
Que quiera, o que no quiera, es lo que importa...
PANDURO
¡Algarroba, la luenga se os deslicia!
Habrad acomedido y de buen rejo,
que no me suenan bien esas palabras:
"quiera o no quiera el cielo", por San Junco,
que, como presomís de resabido, os arrojáis
a trochemoche en todo.
ALGARROBA
Cristiano viejo soy a todo ru[e]do,
y creo en Dios a pies jontillas.
BACHILLER
- Bueno;
no hay más que desear.
ALGARROBA
- Y si, por suerte,
hablé mal, yo confieso que soy ganso,
y doy lo dicho por no dicho.
ESTORNUDO
- Basta;
no quiere Dios, del pecador más malo,
sino que viva y se arrepienta.
ALGARROBA
- Digo
que vivo y me arrepiento, y que conozco
que el cielo puede hacer lo que él quisiere,
sin que nadie le pueda ir a la mano,
especial cuando llueve.
PANDURO
- De las nubes,
Algarroba, cae el agua, no del cielo.
ALGARROBA
¡Cuerpo del mundo! Si es que aquí venimos
a reprochar los unos a los otros,
díganmoslo; que a fe que no le falten
reproches a Algarroba a cada paso.
BACHILLER
Redeamus ad rem, señor Panduro
y señor Algarroba; no se pase
el tiempo en niñerías escusadas.
¿Juntámonos aquí; para disputas
impertinentes? Bravo caso es éste,
que siempre que Panduro y Algarroba
están juntos, al punto se levantan
entre ellos mil borrascas y tormentas
de mil contraditorias intenciones
ESTORNUDO
El señor bachiller Pesuña tiene
demasiada razón: véngase al punto,
y mírese qué alcaldes nombraremos
para el año que viene, que sean tales,
que no los pueda calumniar Toledo,
sino que los confirmey dé por buenos,
pues para esto ha sido nuestra junta.
PANDURO
De las varas hay cuatro pretensores:
Juan Berrocal, Francisco de Humillos,
Miguel Jarrete y Pedro de la Rana;
hombres todos de chapa y de caletre,
que pueden gobernar, no que a Daganzo,
sino a la misma Roma.
ALGARROBA
- A Romanillos.
ESTORNUDO
¿Hay otro apuntamiento? ¡Por San Pito,
que me salga del corro!
ALGARROBA
- Bien parece
que se llama Estornudo el escribano,
que así se le encarama y sube el humo.
Sosiéguese, que yo no diré nada.
PANDURO
¿Hallarse han, por ventura, en todo el sorbe...?
ALGARROBA
¿Qué es sorbe, sorbehuevos? Orbe diga
el discreto Panduro, y serle ha sano.
PANDURO
Digo que en todo el mundo no es posible
que se hallen cuatro ingenioscomo aquestos
de nuestros pretensores.
ALGARROBA
- Por lo menos,
yo sé que Berrocal tiene el más lindo distinto.
ESTORNUDO
- ¿Para qué?
ALGARROBA
- Para ser sacre
en esto de mojón y catavinos.
En mi casa probó los días pasados
una tinaja, y dijo que sabía
el claro vino a palo, a cuero y hierro;
acabó la tinaja su camino,
y hallóse en el asiento della un palo
pequeño, y dél prendía una correa
de cordobán y una pequeña llave.
ESTORNUDO
¡Oh rara habilidad! ¡Oh raro ingenio!
Bien puede gobernar, el que tal sabe,
a Alanís y a Cazalla, y aun a Esquivias.
ALGARROBA
Miguel Jarrete es águila.
BACHILLER
- ¿En qué modo?
ALGARROBA
En tirar con un arco de bodoques.
BACHILLER
¿Que tan certero es?
ALGARROBA
- Es de manera que,
si no fuese porque los más tiros
se da en la mano izquierda, no habría pájaro
en todo este contorno.
BACHILLER
- ¡Para alcalde
es rara habilidad, y necesaria!
ALGARROBA
¿Qué diré de Francisco de Humillos?
Un zapato remienda como un sastre.
Pues, ¿Pedro de la Rana? No hay memoria
que a la suya se iguale; en ella tiene
del antiguo y famoso Perro de Alba
todas las coplas, sin que letra falte.
PANDURO
Este lleva mi voto.
ESTORNUDO
- Y aun el mío.
ALGARROBA
A Berrocal me atengo.
BACHILLER
- Yo a ninguno,
si es que no dan más pruebas de su ingenio
a la jurisprudencia encaminadas.
ALGARROBA
Yo daré un buen remedio, y es aquéste:
hagan entrar los cuatro pretendientes,
y el señor bachiller Pesuña puede
examinarlos, pues del arte sabe,
y, conforme a su ciencia,así veremos
quién podrá ser nombrado para el cargo.
ESTORNUDO
¡Vive Dios, que es rarísima advertencia!
PANDURO
Aviso es que podrá servir de arbitrio
para Su Jamestad; que, como en Corte
hay potra-médicos, haya potra-alcaldes.
ALGARROBA
Prota, señor Panduro; que no potra.
PANDURO
Como vos no hay friscal en todo el mundo.
ALGARROBA
¡Fiscal, pese a mis males!
[ESTORNUDO]
- ¡Por Dios santo,
que es Algarroba impertinente!
ALGARROBA
- Digo
que, pues se hace examen de barberos,
de herradores, de sastres, y se hace
de cirujanos y otras zarandajas,
también se examinasen para alcaldes;
y, al que se hallase suficiente y hábil
para tal menester, que se le diese
carta de examen, con la cual podría
el tal examinado remediarse;
porque, de lata en una blanca caja
la carta acomodando merecida,
a tal pueblo podrá llegar el pobre,
que le pesen a oro; que hay hogaño
carestía de alcaldes de caletre
en lugares pequeños casi siempre.
BACHILLER
Ello está muy bien dicho y bien pensado:
llamen a Berrocal; entre, y veamos
dónde llega la raya de su ingenio.
ALGARROBA
Humillos, Rana, Berrocal, Jarrete,
los cuatro pretensores, se han entrado;...
ya los tienes presentes.
- Entran estos cuatro labradores.
BACHILLER
- Bien venidos
sean vuesas mercedes.
BERROCAL
- Bien hallados
vuesas mercedes sean.
PANDURO
- Acomódense,
que asientos sobran.
HUMILLOS
- ¡Siéntome, y me siento!
JARRETE
Todos nos sentaremos, Dios loado.
RANA
¿De qué os sentís, Humillos?
HUMILLOS
- De que vaya
tan a la larga nuestro nombramiento.
¿Hémoslo de comprar a gallipavos,
a cántaros de arrope y a abiervadas,
y botas de lo añejo tan crecidas,
que se arremetan a ser cueros? Díganlo,
y pondráse remedio y diligencia.
BACHILLER
No hay sobornos aquí; todos estamos
de un común parecer, y es que el que fuere
más hábil para alcalde, ése se tenga
por escogido y por llamado.
RANA
- Bueno;
yo me contento.
BERROCAL
- Y yo.
BACHILLER
- Mucho en buen hora.
HUMILLOS
También yo me contento.
JARRETE
- Dello gusto.
BACHILLER
Vaya de examen, pues.
HUMILLOS
- De examen venga.
BACHILLER
¿Sabéis leer, Humillos?
HUMILLOS
- No, por cierto,
ni tal se probará que en mi linaje
haya persona tan de poco asiento,
que se ponga a aprender esas quimeras,
que llevan a los hombres al brasero,
y a las mujeres, a la casa llana.
Leer no sé, mas sé otras cosas tales
que llevan al leer ventajas muchas.
BACHILLER
Y ¿cuáles cosas son?
HUMILLOS
- Sé de memoria
todas cuatro oraciones, y las rezo
cada semana cuatro y cinco veces.
RANA
Y ¿con eso pensáis de ser alcalde?
HUMILLOS
Con esto, y con ser yo cristiano viejo,
me atrevo a ser un senador romano.
BACHILLER
Está muy bien. Jarrete diga agora
qué es lo que sabe.
JARRETE
- Yo, señor Pesuña,
sé leer, aunque poco; deletreo,
y ando en el be-a-ba bien ha tres meses,
y en cinco más daré con ello a un cabo;
y, además desta ciencia que ya aprendo,
sé calzar un arado bravamente,
y herrar, casi en tres horas, cuatro pares
de novillos briosos y cerreros;
soy sano de mis miembros, y no tengo
sordez ni cataratas, tos ni reumas;
y soy cristiano viejo como todos,
y tiro con un arco como un Tulio.
ALGARROBA
¡Raras habilidades para alcalde;
necesarias y mucha[s]!
BACHILLER
- Adelante.
¿Qué sabe Berrocal?
BERROCAL
- Tengo en la lengua
toda mi habilidad, y en la garganta;
no hay mojón en el mundo que me llegue;
sesenta y seis sabores estampados
tengo en el paladar, todos vináticos.
ALGARROBA
Y ¿quiere ser alcalde?
BERROCAL
- Y lo requiero;
pues, cuando estoy armado a lo de Baco,
así se me aderezan los sentidos,
que me parece a mí que en aquel punto
podría prestar leyes a Licurgo
y limpiarme con Bártulo.
PANDURO
- ¡Pasito,
que estamos en concejo!
BERROCAL
- No soy nada
melindroso ni puerco; sólo digo
que no se me malogre mi justicia,
que echaré el bodegón por la ventana.
BACHILLER
Amenazas aquí, por vida mía,
mi señor Berrocal, que valen poco.
¿Qué sabe Pedro Rana?
RANA
- Como Rana,
habré de cantar mal; pero, con todo,
diré mi condición, y no mi ingenio.
Yo, señores, si acaso fuese alcalde,
mi vara no sería tan delgada
como las que se usan de ordinario:
de una encina o de un roble la haría,
y gruesa de dos dedos, temeroso
que no me la encorvase el dulce peso
de un bolsón de ducados, ni otrasdádivas,
o ruegos, o promesas, o favores,
que pesan como plomo, y no se sienten
hasta que os han brumado las costillas
del cuerpo y alma; y, junto con aquesto,
sería bien criado y comedido,
parte severo y nada riguroso;
nunca deshonraría al miserable
que ante mí le trujesen sus delitos;
que suele lastimar una palabra
de un juez arrojado, de afrentosa,
mucho más que lastima su sentencia,
aunque en ella se intime cruel castigo .
No es bien que el poder quite la crianza,
ni que la sumisión de un delincuente
haga al juez soberbio y arrogante.
ALGARROBA
¡Vive Dios, que ha cantado nuestra Rana
mucho mejor que un cisne cuando muere!
PANDURO
Mil sentencias ha dicho censorinas.
ALGARROBA
De Catón Censorino; bien ha dicho
el regidor Panduro.
PANDURO
- ¡Reprochadme!
ALGARROBA
Su tiempo se vendrá.
ESTORNUDO
- Nunca acá venga.
¡Terrible inclinación es, Algarroba,
la vuestra en reprochar!
ALGARROBA
- ¡No más, so escriba!
ESTORNUDO
¿Qué escriba, fariseo?
BACHILLER
- ¡Por San Pedro,
que son muy demasiadas demasías éstas!
ALGARROBA
- Yo me burlaba.
ESTORNUDO
- Y yo me burlo.
BACHILLER
Pues no se burlen más, por vida mía.
ALGARROBA
Quien miente, miente.
ESTORNUDO
- Y quien verdad pronuncia,
dice verdad.
ALGARROBA
- Verdad.
ESTORNUDO
- Pues punto en boca.
HUMILLOS
Esos ofrecimientos que ha hecho Rana,
son desde lejos. A fe que si él empuña
vara, que él se trueque y sea otro hombre
del que ahora parece.
BACHILLER
- Está de molde
lo que Humillos ha dicho.
HUMILLOS
- Y más añado:
que, si me dan la vara, verán como
no me mudo ni trueco, ni me cambio.
BACHILLER
Pues veis aquí la vara, y haced cuenta
que sois alcalde ya.
ALGARROBA
- ¡Cuerpo del mundo!
¿La vara le dan zurda?
HUMILLOS
- ¿Cómo zurda?
ALGARROBA
Pues, ¿no es zurda esta vara? Un sordo o mudo
lo podrá echar de ver desde una legua.
HUMILLOS
¿Cómo, pues, si me dan zurda la vara,
quieren que juzgue yo derecho?
ESTORNUDO
- El diablo
tiene en el cuerpo este Algarroba; ¡miren
dónde jamás se han visto varas zurdas!
- Entra UNO
UNO
Señores, aquí están unos gitanos
con unas gitanillas milagrosas;
y, aunque la ocupación se les ha dicho
en que están sus mercedes, todavía
porfían que han de entrar a dar solacio
a sus mercedes.
BACHILLER
- Entren, y veremos
si nos podrán servir para la fiesta
del Corpus, de quien yo soy mayordomo.
PANDURO
Entren mucho en buen hora.
BERROCAL
- Entren luego.
HUMILLOS
Por mí, ya los deseo.
JARRETE
- Pues yo, ¡pajas!
RANA
¿Ellos no son gitanos? Pues adviertan
que no nos hurten las narices.
UNO
- Ellos,
sin que los llamen, vienen; ya están dentro.
- Entran los MUSICOS, de gitanos, y dos gitanas bien aderezadas, y, al son deste romance, que han de cantar los músicos, ellas dancen.
[MÚSICOS]
Reverencia os hace el cuerpo,
regidores de Daganzo,
hombres buenos de repente,
hombres buenos de pensado;
de caletre prevenidos
para proveer los cargos
que la ambición solicita
entre moros y cristianos.
Parece que os hizo el cielo,
el cielo, digo, estrellado,
Sansones para las letras,
y para las fuerzas Bártulos.
JARRETE
Todo lo que se canta toca historia.
HUMILLOS
Ellas y ellos son únicos y ralos.
ALGARROBA
Algo tienen de espesos.
BACHILLER
- Ea, sufficit.
MÚSICOS
Como se mudan los vientos,
como se mudan los ramos,
que, desnudos en invierno,
se visten en el verano,
mudaremos nuestros bailes
por puntos, y a cada paso;
pues mudarse las mujeres
no es nuevo ni estraño caso.
¡Vivan de Daganzo los regidores,
que parecen palmas, puesto que son robles!
- Bailan
JARRETE
¡Brava trova, por Dios!
HUMILLOS
- Y muy sentida.
BERROCAL
Éstas se han de imprimir, para que quede
memoria de nosotros en los siglos
de los siglos. Amén.
BACHILLER
- Callen, si pueden.
MÚSICOS
¡Vivan y revivan,
y en siglos veloces
del tiempo los días
pasen con las noches,
sin trocar la edad,
que treinta años forme,
ni tocar las hojas
de sus alcornoques.
Los vientos, que anegan,
si contrarios corren,
cual céfiros blandos
en sus mares soplen.
¡Vivan de Daganzo los regidores,
que palmas parecen, puesto que son robles!
BACHILLER
El estribillo en parte me desplace;
pero, con todo, es bueno.
BERROCAL
- Ea, callemos.
MUSICOS
Pisaré yo el polvico,
atán menudico;
pisaré yo el polvó,
atán menudó.
PANDURO
Estos músicos hacen pepitoria
de su cantar.
HUMILLOS
- Son diablos los gitanos.
MUSICOS
Pisaré yo la tierra,
por más que esté dura,
puesto que me abra en ella
amor sepultura,
pues ya mi buena ventura
amor la pisó.
Atán menudó.
Pisaré yo lozana
el más duro suelo,
si en él acaso pisas
el mal que recelo.
Mi bien se ha pasado en vuelo,
y el polvo dejó
Atán menudó.
- Entra un sotasacristán, muy mal endeliñado.
SACRISTAN
Señores regidores, ¡voto a digo!,
que es de bellacos tanto pasatiempo
¿Así se rige el pueblo, noramala,
entre guitarras, bailes y bureos?
BACHILLER
¡Agarradle, Jarrete!
JARRETE
- Ya le agarro.
BACHILLER
Traigan aquí una manta; que, por Cristo,
que se ha de mantear este bellaco,
necio, desvergonzado e insolente,
y atrevido además.
SACRISTÁN
- ¡Oigan, señores!
ALGARROBA
Volveré con la manta a las volandas.
- Entrase ALGARROBA
SACRISTÁN
Miren que les intimo que soy presbiter.
BACHILLER
¿Tú presbítero, infame?
SACRISTÁN
- Yo presbítero;
o de prima tonsura, que es lo mismo.
PANDURO
Agora lo veredes, dijo Agrajes.
SACRISTÁN
No hay Agrajes aquí.
BACHILLER
- Pues habrá grajos
que te piquen la lengua y aun los ojos.
RANA
Dime, desventurado: ¿qué demonio
se revistió en tu lengua? ¿Quién te mete
a ti en reprehender a la justicia?
¿Has tú de gobernar a la república?
Métete en tus campanas y en tu oficio.
Deja a los que gobiernan; que ellos saben
lo que han de hacer mejor que no nosotros.
Si fueren malos, ruega por su enmienda;
si buenos, porqueDios no nos los quite.
BACHILLER
Nuestro Rana es un santo y un bendito.
- Vuelve ALGARROBA; trae la manta
ALGARROBA
No ha de quedar por manta.
BACHILLER
- Asgan, pues, todos,
sin que queden gitanos ni gitanas.
¡Arriba, amigos!
SACRISTÁN
- ¡Por Dios, que va de veras!
¡Vive Dios, si me enojo, que bonito
soy yo para estas burlas! ¡Por San Pedro,
que están descomulgadostodos cuantos
han tocado los pelos de la manta!
RANA
Basta, no más; aquí cese el castigo;
que el pobre debe estar arrepentido.
SACRISTÁN
Y molido, que es más. De aquí adelante
me coseré la boca con dos cabos
de zapatero.
RANA
- Aqueso es lo que importa.
BACHILLER
Vénganse los gitanos a mi casa,
que tengo qué decilles.
GITANO
Tras ti vamos.
BACHILLER
Quedarse ha la elección para mañana,
y desde luego doy mi voto a Rana.
GITANO
¿Cantaremos, señor?
BACHILLER
- Lo que quisiéredes.
PANDURO
No hay quien cante cual nuestra Rana canta.
JARRETE
No solamente canta, sino encanta.
- Entranse cantando: «Pisaré yo el polvico...»
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