La duda (Zorrilla)

​La duda​ de José Zorrilla
del tomo segundo de las Poesías.


Cuando al escribir en ellas
Contemplo tan lindas hojas,
Entre si llore o si cante
Estoy dudando, señora.
Recuerdos tenéis en ellas
Que desgarran la memoria,
Por más que entre tantas flores
Estas espinas se escondan;
Que cuando un enamorado
En himno de amores llora,
Más que a cantar sus cantares,
Su llanto a llorar provoca.
Y los versos de ese muerto
Tanto en lágrimas rebosan,
Que removidas las mías,
A mis pupilas asoman.
Y pues donde tantos cantan
Hay uno que a llorar osa,
Entre si llore o si cante
Estoy dudando, señora.


Si intento escribiros versos,
Dentro la mente se agolpan
Cuantos primores y hechizos
La naturaleza aborta.
Que en este jardín de España
Las inspiraciones sobran,
Pues basta mirar la lumbre
Con que el sol le tornasola,
Los arroyos que le cruzan,
Los jazmines que le bordan
Y las bellas que le pisan,
Cuantas maravillas brota,
Para entonar tantos himnos,
Tantas letras amorosas,
Que antes que el canto se agote,
Gastada el arpa se rompa.
Pero al ver lo que ese triste
Grabó o lloró en estas hojas,
Entre si llore o si cante
Estoy dudando, señora.


Pluguiera que, en vez de versos,
Mi pluma brotara rosas,
Porque, al menos, con las flores
Se pueden tejer coronas.
Pero a par de los cipreses,
Si nacen flores se agostan;
Y donde los muertos hablan,
Callar a los vivos toca.
Que el recuerdo del que muere
Mucho respetar importa,
Que acaso para velarnos
Quedó en la tierra su sombra.
Y aunque indecisa mi pluma,
Tal vez dudando os enoja,
Y han de hacer mis desvaríos
Que de vergüenza me corra,
Perdonadme si os confieso
Que al contemplar estas hojas,
Entre si llore o si cante
Estoy dudando, señora.


Que vos merecéis los versos,
Nadie en la villa lo ignora;
Y es tan claro por sabido,
Que hasta dudarlo es lisonja.
Que él la memoria merece,
Tampoco hay a quien se esconda,
Pues por triste y por amante
Le recordamos ahora.
y así, entre ambos dividida
La imaginación dudosa,
Los versos son para vos
Si le prestáis la memoria;
Lo que en vos merece el sexo,
En él merece la sombra,
Y lo que en vos la hermosura,
En él la tumba lo abona.
Justo es, con los dos hablando,
Duden el muerto y la hermosa
Si es cantar o si es lamento
Lo que les cantan o lloran.