La de San Quintín: 30


Escena XV editar

VÍCTOR, agitadísimo.


VÍCTOR.- Amor, sí, amor... Lo declara el centelleo de sus ojos, la vibración de su acento... ¿Me equivocaré? (Confuso.) No sé... (Meditando.) ¿Qué misterio es este que revolotea invisible en torno de mí?... Rosario... esta casa... mi familia...