La cuestión de Ukrania
La guerra actual tiene tan distintas y complicadas causas, que es sumamente difícil reducirlas á un común denominador. No falta quien la atribuye al deseo de Rusia de dominar en la Galitzia ukraniana, y ha poco se ha publicado un libro defendiendo esta tesis, del que pensamos ocuparnos con el debido detenimiento.
Cuando al estallar el conflicto Ukrania toda se declaró partidaria de los Imperios centrales, hubo quien censuró tales simpatías, calificándolas de errores políticos. En efecto, ¿no proclamaban los aliados su propósito de libertar á los oprimidos? Aunque no fueran muy de creer las ofertas de Rusia, ¿no era de presumir que sus aliadas harían que rectificara su conducta y concediera á Ukrania la autonomía á la que tiene derecho por su gloriosa tradición?
Tales eran las razones de los rusófilos, que á decir verdad ninguna mella han hecho en el ánimo de la población ukraniana, que con el instinto maravilloso de los pueblos ha comprendido de qué lado caían sus intereses. Y los hechos han venido á confirmar que estaba en lo cierto al pensar como pensaba. Ni una sola vez en la Prensa aliada se ha tratado la cuestión de Ukrania, ni los aliados han tenido para ella las halagadoras promesas que han hecho á otros pequeños Estados, ni ha habido nada, en fin, que diera fuerza á los argumentos de los pocos rusófilos que al principio de la guerra existían.
Muy al contrario, los rusos en su retirada han destruido ciudades y arrasado regiones enteras, lo que ha motivado un manifiesto de la Liga para la liberación de Ukrania, del que extractamos algunos párrafos:
“ La dirección rusa de la guerra con motivo del avance de las tropas austrogermanas en los Gobiernos de Cholm, Grodno y Podolic ha tomado medidas que ordenan, no solamente la evacuación de estos territorios, sino también la devastación.
Cómo en el siglo xx estas medidas contrarias á la civilización, afectan de un modo directo á la población de Ukrania, lo prueba que diez millones de seres humanos, comprendidos las mujeres y niños, están colocados al borde del abismo de la más terrible miseria. Vista la inutilidad estratégica, este bárbaro acto no puede tener más que motivos políticos: destruir los prósperos establecimientos ukranianos, debilitar la población y dificultar las bases de la realización de las aspiraciones de autonomía nacional. Es la misma táctica que fué seguida por Pedro I contra Carlos XII.
La Liga para la liberación de Ukrania somete este caso al juicio de todos los pueblos civilizados, y pide á todos eleven su voz contra las crueldades rusas en defensa de los derechos y bienes de Ukrania. ”
Este proceder de los rusos ha exaltado más y más los sentimientos rusófobos de la Ukrania rusa. Los ukranianos, desde el comienzo de la guerra, han estado sometidos al régimen del terror, se les ha prohibido protestar de los atropellos de que eran victimes, se les ha prohibido gradualmente el uso de su lengua, en la política, en la iglesia y en la escuela, lo que ha dado por resultado que las legiones de ellos que combaten en el Ejército ruso hayan precipitado la derrota del Gran Duque, luchando sin entusiasmo y dejándose coger prisioneros de los austriacos para luego, desde los campos de concentración escribir á sus compatriotas felicitándose por la reconquista de las plazas de Galitzia que al principio de la guerra cayeron en poder de los moscovitas.
A continuación reproducimos una carta de los prisioneros de Ukrania en Hungría dirigida á la citada Liga:
“ A los distinguidos leaders del pueblo ukraniano:
La toma de Lemberg ha llegado á nosotros, llenándonos de un júbilo extraordinario. El foco de nuestro movimiento y de la conciencia nacional está, al fin, librado de las manos de nuestro enemigo histórico. Es un juicio de la justicia divina, porque no podía ser que la fuerza del espíritu libre no rompiese las cadenas que la Rusia zarista había impuesto á la parte de la Galitzia ukraniana. Esta es la última fase de este combate gigantesco, y nosotros creemos firmemente que esta lucha elevará muy alto la bandera de nuestras reivindicaciones nacionales, y que al fin en Ukrania florecerá la flor de la libertad y del trabajo nacional.
¡Viva Ukrania independiente! ”
Contrastes son estos que se prestan á una muy seria meditación. Los principios que, según los aliadófilos, defiende la Cuádruple, son desmentidos por los pueblos que se hallan bajo su dominio, y no podía menos de ocurrir esto, porque no se cambia de un día á otro la vida y orientaciones de un pueblo como Rusia.
Ukrania sabe que Rusia aspira á que desaparezcan todas sus aspiraciones de autonomía, y cree que Rusia ha ido á la actual guerra para conquistar la parte de Galitzia ukraniana, con el fin de absorber por completo á Ukrania y asentar en sólidas bases sus anhelos de hegemonía en Oriente.
¿Tienen razón los ukranianos al creer esto?
En otro artículo nos ocuparemos de ello.
Fuente
editar- El Correo Español (3 de septiembre de 1915). «Aspectos de la guerra. La cuestión de Ukrania». Páginas 1-2.