La constancia
Aunque en soberbias olas se revuelva
El mar, y conmovida en sus cimientos
Gima la tierra, y los contrarios vientos
Talen la cumbre en la robusta selva;
Aunque la ciega confusion envuelva
En discordia mortal los elementos,
Y con nuevas señales y portentos
La máquina estrellada se disuelva,
No desfallece ni se ve oprimido
Del varon justo el ánimo constante,
Que su mal como ajeno considera;
Y en la mayor adversidad sufrido,
La airada suerte con igual semblante
Mira seguro y alentado espera.