FÁBULA IV


LA CODORNIZ

Presa en estrecho lazo
La Codorniz sencilla
Daba quejas al aire,
Y tarde arrepentida.
¡Ay de mí miserable,
Infeliz avecilla,
Que ántes cantaba libre,
Y ya lloro cautiva!
Perdí mi nido amado,
Perdí en él mis delicias;
Al fin perdílo todo,
Pues que perdí la vida.
¿Por qué desgracia tanta
¿Por qué tanta desdicha
Por un grano de trigo:
Oh cara golosina!

¡El apetito ciego
Á cuántos precipita,
Que por lograr un nada,
Un todo sacrifican!