La aparición de Venus
LA APARICION DE VENUS.
De pompa ceñida bajó del Olimpo
La Diosa que en í uego mi pecho encendió;
Sus ojos azules de azul de los cielos,
Su rubio cabello de rayos del sol:
Al labio y mejilla carmín dió la aurora:
Dió el alba á la l rente su blando color:
Y al pecho de nieve su brillo argentado
La candida senda que Juno formó.
En trono de nácar la luna de agosto,
El iris en mayo tras nube veloz,
Y en fértil otoño la lluvia primera,
Tan gratas al alma, tan dulces no son.
No tanto me asombra del mar el bramido,
De horrísonos truenos el ronco fragor,
Y el rayo rasgando la, cóncava nube,
Cual temo sus iras, su adusto rigor...
Mas ¡ay! que los vientos ya baten las alas;
Ya el carro de nubes apresta el Amor:
Ya céfiro riza la pluma á los cisnes;
Y en coro levantan las Gracias su voz:
Cual rápida estrella que cruza los aires,
Cual fúlgida aurora que el polo alumbró,
Fugaz desaparece la plácida diosa;
Y el orbe se cubre de luto y dolor.