Julio, después que me partí llorando
XIX
Julio, después que me partí llorando
de quien jamás mi pensamiento parte,
y dejé de mi alma aquella parte
que al cuerpo vida y fuerza estaba dando,
de mi bien a mí mismo voy tomando
estrecha cuenta, y siento de tal arte
faltarme todo el bien, que temo en parte
que ha de faltame el aire sospirando;
y con este temor mi lengua prueba
à razonar con vos, oh, dulce amigo,
del amarga memoria de aquel día
en que yo comencé como testigo
a poder dar del alma vuestra nueva,
y a sabella de vos del alma mía.