Jamás pudo quitarme el fiero Marte

​Jamás pudo quitarme el fiero Marte​ de Hernando de Acuña


 Jamás pudo quitarme el fiero Marte,   
 por más que en su ejercicio me ha ocupado,   
 que en medio de su furia no haya dado   
 a Apolo de mi tiempo alguna parte;   
 

 pero quiero, Lavinio, ahora avisarte  
 que ya me tiene ausencia en un estado   
 do casi yerran el discurso usado   
 mi estilo, mi razón, mi ingenio y arte.   
 

 Lo que en mí fue cantar silencio sea,   
 y canten los que esperan de su canto 
 que el amor baste a mejorar su suerte;   
 

 a mí me quede sólo el triste llanto,   
 pues muero no mirando a Galatea,   
 y el poderla mirar también es muerte.