Historias de Mérida

Historias de Mérida
de Pedro de Madrazo


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Antes de recibirse en esta Academia la respetable comunicación de V. S. I. pidiendo informe sobre los dos volúmenes de las Historias de Mérida publicadas en aquella ciudad de Extremadura por D. Pedro María Plano, para los efectos del Real decreto de 12 de Marzo de 1875, se había leído ya en nuestra Corporación y aprobado por unanimidad un trabajo crítico acerca de dichas obras, en el cual se encarecen sus méritos y circunstancias.

En efecto, Ilmo. Sr.: así en la forma como en el fondo, representa esta publicación un gran progreso de la cultura de una provincia capaz, como la primera, de figurar dignamente en el cuadro general de la moderna España; y el Sr. Plano, que tanto ha contribuído á ello creando ad hoc en Mérida un establecimiento tipográfico notable, merecería por este solo hecho la protección oficial. Ya salen de allí libros como los que motivaron este informe, que dejan muy poco que desear bajo el punto de vista artístico. El esmero de la corrección, el estampado de las láminas y la fidelidad escrupulosa con que están las inscripciones epigráficas transcritas, revelan también un gran progreso en el culto de los detalles, que tanto contribuyen con su atractivo al buen éxito de las publicaciones.

Tres obras comprende ésta á cual más estimable, únicas que existían referentes á la historia de Mérida, y un Apéndice que las prolonga y trae, por decirlo así, hasta la época actual, escrito por el mismo editor, D. Pedro Plano, con notable copia de datos y conocimientos. Es la primera la que en 1633 publicó el regidor perpetuo de Mérida, Bernabé Moreno de Vargas, hoy ya sumamente rara, y que á pesar de sus defectos ocupa un buen lugar en nuestra rica literatura monográfica. Siguen las Antigüedades de Mérida desde su fundación en razón de colonia hasta el reinado de los árabes, que dejó manuscrita el médico titular de aquella ciudad D. Agustín Francisco Torres, los que con el mismo título escribió el penitenciario de la Catedral de Badajoz D. Gregorio Fernández Pérez, ya impresa, aunque con grande escasez, en esta última ciudad por la Junta de Monumentos históricos y artísticos, que presidía otro distinguido emeritense, D. Bartolomé Romero Leal, y los ya citados Apéndices del Sr. Plano, que alcanzan hasta nuestros días. La colección, con dos hermosos volúmenes en 4.º mayor, ilustrados con vistas de los monumentos y reliquias que atesora la ciudad de los eméritos de Augusto, es completa como se ve.

Pero todavía el manuscrito póstumo é inédito de D. Agustín Forner aumenta á su valor muchos quilates, no sólo por ser el único resto salvado de una Historia general de aquella ciudad ilustre, sino por poderse decir de este escritor, como de D. Nicolás Fernández de Moratín se decía, que su mejor obra fué su hijo el famoso filósofo emeritense D. Juan Pablo Forner, el cual puso mano en la corrección del trabajo de su padre que hoy ve la luz.

Bastan, pues, estos detalles, extracto breve del informe ya aprobado por la Academia en 9 de Noviembre último, para llevar al ilustrado espíritu de V. S. I. la convicción de que los dos volúmenes publicados por el Sr. Plano merecen el aplauso de los doctos y el del público y cuantos estímulos pueda proporcionarle el Estado con arreglo al decreto de 12 de Marzo de 1875.



Madrid, 24 de Diciembre de 1894.