Historia natural (DEIE)/Usos de las sustancias vegeto-animales y de las materias animales

HISTORIA NATURAL : USOS DE LAS SUSTANCIAS VEGETO-ANIMALES Y DE LAS MATERIAS ANIMALES

En el estudio de toda ciencia se ha de tener en cuenta la utilidad que puede reportar al hombre. Al tratar de la química haremos conocer el provecho que se saca de la mayor parte de los minerales. En el articulo BOTÁNÍCA hemos indicado los numerosos usos que pueden hacerse de las plantas. Réstanos recorrer rápidamente las propiedades y usos menos conocidos que nos ofrecen las materias que pertenecen al reino animal. Nada diremos de la utilidad que sacamos diariamente de los animales domésticos, pues seria ocioso ocuparse de cosa tan sabida.

Las sustancias animales pueden dividirse en no ácidas y en ácidas. Las primeras comprenden la albúmina, la fibrina y la gelatina, la materia caseosa, la urea, principio colorante de la sangre, la parte azucarada de la leche y de la estrangurria, las materias crasas, las grasas no ácidas y muchas otras sustancias poco estudiadas todavía.


ALBÚMINA. Unida á una proporción de agua mas ó menos grande y algunas sales constituye la clara del huevo, la serosidad de la sangre, el líquido de los ventrículos del cerebro, del pericardio, de las ampollas formadas por los vejigatorios y quemaduras, la mayor parte de la sinovia: se encuentra en la sangre y en el quilo.

La albúmina que contiene la clara del huevo, desleída y batida en agua, sirve para clarificar el vino y otros muchos líquidos. La sangre seca de que se ha extraído la fibrina se emplea también para clarificar el azúcar. La albúmina, además de su cualidad alimenticia, sirve también para el tinte.


FIBRINA. Forma la mayor parte de la carne muscular y se encuentra en el quilo y en la sangre, de donde se extrae, batiéndola cuando está todavía caliente con un manojo de varitas á las que se pega la fibrina. Forma parte de la carne que nos sirve de alimento. Se emplea también en química.


GELATINA. Se encuentra en los tendones, los músculos, la piel, los cartílagos y en los huesos de los animales. Presta un poderoso auxilio á las artes, constituye la cola que emplean los carpinteros, ebanistas, &c. Da solidez á la pintura al temple. Preparada con cuidado, emplease también para dar consistencia al papel y hacerle menos permeable. Se compone con ella el tafetán inglés y la cola de boca. La gelatina mas impura ó cola negra mezclada con goma sirve para dar consistencia al fieltro en sombrerería, &c. La mas pura, llamada cola de pescado, está compuesta de vejigas de muchas clases de pescados. Se disuelve casi totalmente en agua hirviendo.


UREA. Esta sustancia que saca su nombre de la orina, de donde se extrae, se encuentra en la del hombre, de todos los cuadrúpedos y de algunos otros animales.


PRINCIPIO COLORANTE DE LA SANGRE. Esta materia no tiene otro uso que el que indican estas expresiones, esto es, dar color á la sangre.


MATERIAS CRASAS. Los usos de estos cuerpos (grasas ó aceites) son muy numerosos en las artes; sirven para suavizar la frotación de las máquinas, para dar flexibilidad á los cueros, para preparar varias clases de jabones y fabricar velas; todas son susceptibles de producir el gas hidrógeno. La medicina y economía doméstica hacen mucho uso de las grasas y aceites.


ÁCIDOS DEL REINO ANIMAL. Se cuentan mas de veinte: los principales son el esteárico, oléico, sevácico, colestérico , margárico, butirico, focénico , hircico, cáprico, capróico, úrico, piroúrico, purpúrico, rosácico, amniótico, láctico, fórmico, caséico, hidrociánico, acético, benzóico , málico y oxálico. Los diez primeros se extraen de los cuerpos crasos y tienen mucha Analogía con las grasas.

El ácido esteárico y el oléico se producen cuando se tratan las materias crasas empleando los álcalis; las sales que provienen de esta operación constituyen los diferentes jabones. El ácido oléico se llama así por su consistencia oleaginosa.

El ácido sevácico es producido por la destilación de las grasas y no tiene uso alguno. Los ácidos butírico, de butyrum (manteca), capróico y cáprico se forman por la acción de los álcalis sobre un aceite que se encuentra en la manteca. El ácido capróico presenta los mismos caracteres; su olor solo es diferente. El ácido cáprico, de capra (cabra), cristalizable en hilos pequeños, tiene un olor análogo al del ácido capróico. El ácido hircico, de hircus (macho cabrio) resulta de la jabonización de un aceite particular que se encuentra en las grasas de los machos cabrios y de los carneros. Su olor se parece al del ácido acético (vinagre). El ácido hidrociánico se encuentra en algunas partes de vegetales; las almendras amargas, las hojas del laurel-cerezo, las hojas y flores del melocotón. Este ácido se forma de hidrógeno y de un radical llamado cianógene que se compone de azóe y de carbono. Se le conocía antes con el nombre de ácido prúsico. Su olor es parecido al de las almendras amargas: es el mas violento de todos los venenos: una gota que se eche en la boca, el ojo ó en una vena de un perro le mata al instante. Emplease en medicina aunque muy poco. El azul de Prusia es un hidrocianato de hierro mezclado con alúmina, almidón ó sulfato de cal. Se emplea en el tinte de ropas y en la pintura de papeles.


CUERPO DE LOS ANIMALES. Todas las partes sólidas, los humores y las partes blandas de los animales contienen cierta proporción de algunas materias terrosas y salinas: se encuentra en ellas los óxidos de hierro y de magnesia; los fosfatos de sosa, de magnesia, de amoniaco; el sufosfato de cal, que forma 40/100 de los huesos; los subcarbonatos de sosa, potasa, cal y magnesia; los sulfatos é hidrocloratos de potasa y de sosa; el acetato de potasa, el oxalato de cal y el lactato de sosa. Los huesos no sirven solamente para preparar la gelatina; se extrae de ellos el ácido fosfórico y el fósforo. Calcinados al aire producen fósforo de cal blanco, que se emplea para preparar las copelas y para dar al cristal un tinte opalino; machacados en su estado natural y extendidos sobre las tierras forman un excelente abono que las fertiliza por muchos años; calcinados en vasijas tapadas, su sustancia orgánica se carboniza, y producen un negro que se emplea en pintura y que entra en la composición del betún de botas. La misma materia carbonosa de los huesos se emplea en cantidad considerable para la clarificación del azúcar. Su utilidad en este uso está fundada en la precipitación de las materias colorantes, precipitación que el carbono efectúa con mucha energía. Cortando por una de las extremidades una caña de vaca (tibia) y sumergiéndola en agua hirviendo se desprende de ella una materia aceitosa, que se emplea para untar las piezas de las máquinas que tienen mas roce, y para dar unturas ó fricciones. Los huesos descompuestos por el calor en vasijas tapadas, dejan no solamente un residuo carbonoso muy útil, sino también su producto gaseoso, que, condensado en aparatos refrigerantes, da una pequeña cantidad de acetato y de icianato de amoniaco; un aceite negro y una gran cantidad de sucarbonato de amoniaco: este último producto sirve para la preparación que se emplea para estañar y otros usos, y del sulfato de amoniaco que entra en la composición del alumbre y sirve para fabricar muchos productos amoniacales; en fin el aceite negro, que es también uno de los productos de la destilación de las materias animales, enrarecido por una segunda ó tercera destilación, da un aceite blanco ó amarillento que se conoce con el nombre de aceite de Dippel ó de asta de ciervo. Se emplea mucho en medicina por su grande virtud antiespasmódica.






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