CAPÍTULO XXVII.

Drs. Oliva, Grajales y Passamán [1]




I EUSEBIO OLIVA

Primer Protomédico chileno.
Profesor de Medicina.
Miembro de la Sociedad Médica.
Sub-Inspector General de Medicina


El doctor Eusebio Oliva, nació en Santiago de Chile, se graduó en 1784 en la Universidad de San Felipe, y fue el primer Protomédico de nombramiento nacional, en 1817, y el cuarto catedrático de Prima de Medicina que hubo en Chile, después que Nevín inaugurara las aulas el día 9 de Enero de 1758.

A la muerte de su maestro el Dr. Rios, obtuvo su vacante fácilmente, no sólo porque no se presentaron competidores, sino también porque el gobierno decidió premiar su patriótica campaña bajo las banderas de la república.

Educado, Oliva, en la escuela colonial, imbuido en las teorías humorales y mecánicas de Boherave, último representante de la medicina antigua, vino á ocupar, por curioso contraste, el primer sillón del profesorado dentro de la era republicana y de la nueva faz que se abría á la ciencia.

A pesar de sus anhelos laudables por ver inaugurada la escuela médica chilena, no consiguió ver realizado este bello proyecto. Sin conocimientos profundos de la ciencia á que se había dedicado, sin los altos conceptos que su elevado cargo debía merecerle, á pesar de su patriotismo y de sus relevantes aspiraciones de progreso, el primer Protomédico, no pudo figurar con éxito en la reconstrucción intelectual de la patria, que nacida en el limbo oscuro de la ignorancia y de bastardas preocupaciones, necesitaba de un espíritu fuerte y preclaro para imponer y dominar aquella difícil situación.

El Dr. Semir, dice que Oliva fué muy estudioso y humilde y muy deferente ante las opiniones de sus comprofesores.

Prestó varios servicios al país en los diversos puestos y comisiones públicas que le encomendó el Gobierno.

Durante las epidemias de viruelas sirvió con abnegación en la villa de Santa Ana de Petorca y en Santiago.

Las bases de la Junta de Sanidad, mandada crear por el Director Lastra el 30 de Julio de 1822, fueron acordadas por Oliva y el Dr. Juan Miquel.

En el profesorado no tuvo más alumno que el joven Amunátegui, según lo hemos expuesto en otro capítulo.

Su hoja universitaria es la siguiente:

Se matricula para estudiar Medicina, el 17 de Octubre de 1782—Lib. 1.°, de Matr. fja. 42.

Se examina del primer año de Medicina, el 5 de Febrero de 1784.—Lib. de Exam. fja. 70.

Del segundo año, el 27 de Agosto de id.—Lib. id fja 72 vta.

Del tercer año, el 16 de Septiembre de 1785.—Lib. id fja. 76 vta.

Tiene su acto público, pica puntos, lee y sale aprobado, y se le confieren los grados de Licenciado y Doctor, en los días 3, 7, 8 y 10 de Abril de 1793.—Lib. 4.° de Grados de Doctores, fja. 28 vta. á 29.

El Dr. Oliva se opuso á la Cátedra de Prima, unida al Protomedicato, el 6 de Mayo de 1817, y fue aprobado después de desarrollar el tema: aforismo 22 de la sección 1.ª de Hipócrates [2].

En cuanto á su bibliografía se reduce á unos cuantos informes que quedan consignados en el texto de la obra.

Murió en 1830.


II JOSÉ DE PASSAMÁN [3]

De las Universidades de Paris y Montpellier.
Profesor de Cirugía.
Inspector de Policía Médica.
Médico de hospitales.


El Cirujano José de Passamán, vino á Chile, contratado por Egaña, para reemplazar á su compatriota Grajales en la cátedra de cirugía, el año 1825.

Anatomista, fisiólogo según las doctrinas de Broussais, literato y hablista, de fisonomía distinguida é insinuante carácter, pudo conquistarse, desde su llegada, un numeroso grupo de amigos y admiradores, lo que le dió facilidades para ligarse á la vida política acompañando á la oposición pipiola.

En las rudas conmociones que sufrían los partidos, Passamán siguió la suerte de los liberales, y como se abanderizase en sus campañas, en sus comicios y en sus ataques por la prensa tanto contra los pelucones como contra la autoridad, cayó en desgracia, en aquellos tiempos en que despóticamente se conservaba el orden ó sea el poder. Perseguido por esta causa, primero, fué después encarcelodo y por último desterrado al Perú, en Septiembre de 1830, por el ministro Portales, inculpado de haber escrito un artículo intitulado «Turquía» en el periódico «El Defensor de los Militares denominados Constitucionales», el cual fué acusado como sedicioso, por el fiscal del gobierno.[4]

Sobre medicina se conservan pocas páginas de Passamán, contándose sólo algunos artículos de polémica sobre el uso del medicamento sécale cornutum, y sobre las doctrinas médicas imperantes, sostenida con el Dr. Blest. Con este mismo objeto fundó el periódico «El Criticón Médico» en colaboración con el Dr. Juan Miquel, del cual se guardan cuatro números en la Biblioteca Nacional.

En su corta estadía entre nosotros demostró ser un hábil y discreto operador.

No alcanzó á ejercer el profesorado de cirugía, puesto que desempeñó después en la Universidad de Lima.

Bibliografía

El Secale Cornutum.—Arts. publicados en «El Mercurio» de Valparaiso—1829.

Contra refutación del papel del Dr. Blest, sobre el medicamento llamado Sécale Cornutum.—Sant. Imp. Renjifo.—4.º 21 pag.—1829.

El medicamento llamado Secale Cornutum.—Sant. Imp. Renjifo.—4.º 4 pag.—1829.

El Criticón Médico.—«Es imposible ser sincero sin herir algunas vanidades, justo, sin ofender algunas pretensiones.» — Periódico de Santiago.—4 números de fechas 5, 12, 19 y 26 de Junio de 1840.

Este periódico, fue más bien, como su nombre lo indica, de guerrilla y polémica contra el Protomedicato presidido por el Dr. Blest. El redactor principal fué el Dr. Passamán, colaborando también el Dr. Juan Miquel.

El 1.er número, tiene los siguientes arts.: Introducción—Medicina y Médicos—El Viejo Renovado. Protomedicato—Charlatanismo—Apuntes para la intelijencia del art. editorial de la Opinión N.º 4.

El 2.° número: Fé de erratas—Retrato del Médico—Táctica de algunos médicos—Remitido (En este art. ataca al Protomedicato el Sr. Jean Louis Boché, Médico, ex-cirujano de buques mercantes y de la marina real de Francia y miembro de varias sociedades literarias, por no habérsele permitido ejercer la profesión médica, a pesar, según dice el mismo Sr. Boché, del examen sufrido, por orden del Gobernador Local, ante los Drs. Passamán, Miquel y Morán.)—Comunicados.

El 3.er, número.—Paralelo entre la Inquisición y el Protomedicato—Nota importante—¿Cual es la condición de los médicos en Chile?—Remitido. Preguntas sueltas—Llamada—Preguntas—Chismografía—Tapa-Boca á La Opinión.

El 4.º número.—Fé de erratas (Polémica con arts. de La Opinión)—Observaciones al art. 12 del decreto del Gobierno de 11 de Junio de 1830—A los jurados—Dudas.





  1. Estos tres médicos fueron los primeros, dentro del réjimen republicano, que obtuvieron el nombramiento de profesores, pero que no ejercieron sus cátedras por falta de alumnos.
  2. El protomédico Oliva y su secretario Morán, desde que iniciaron sus funciones hicieron una enérjica guerra á los curanderos.

    Cimentado el órden después de Maipú, reabrió su campaña; entre otros procedimientos ejecutivos contra esta plaga apuntamos el siguiente:

    Santiago, Enero 10 de 1821.

    «Terminado felizmente el imperio de las circunstancias, que hicieron callar la Lei, el interés común ménos urjente y hasta el mismo carácter del Tribunal del protomedicato, para socorrer del modo dable a nuestros gloriosos defensores sin desamparar la curación pública mediante la tolerancia de profesores no revalidados; y habiéndose infestado a este abrigo el estado de intrusos en todos los ramos de la profesión cuyas tristes resultas resienten a la humanidad y el deber de este tribunal: venimos en mandar por el presente, que dentro del término de ocho dias presenten sus títulos médicos, cirujanos latinos y romancistas, farmacéuticos y flebótomos para que reconocidos hagan el examen de la Lei, en que se les dispensa todo gasto, propina o emolumento sobre el concepto de que pasados sin cumplir este decreto se les impondrá irremisiblemente a los que continuaren ejerciendo sin rivalidacion o habilitacion las penas de la pracmática hasta el extrañamiento; y para que tenga su efecto notifíquese i en persona a los profesores por las adjuntas listas y con el oficio correspondiente, suplique al Supremo Gobierno su inserción en la Ministerial—Doctor Ensebio Oliva.

    Pocos días después el Director O'Higgins y el Ministro Echeverria mandaron insertar el decreto del Dr. Oliva, en la Gaceta Ministerial, añadiendo que la Superioridad protejerá cuantas providencias dé el Tribunal del Protomedicato, según sus leyes, en favor de la salud pública y para adelantamiento de las profesiones respectivas.

    El 18 de Junio de 1823, el Gobierno, por quejas del Dr. Cox, publicó un decreto, insistiendo en que el protomedicato siga observando extrictamente las leyes relativas al ejercicio de la medicina, y que obligue á los médicos extranjeros á presentarse á nuevo examen,—considerando como á tales á los que no fuesen naturales de Chile, por nacimiento ó adopción—reservándose tomar cuenta severa de cualquiera falta de cumplimiento de las disposiciones relativas á tan importante materia.—Toma de razón de Decretos.—1817-1828.—Arch. Gral. de Gobierno.

  3. Los datos biográficos del Dr. Manuel Julián Grajales, están consignados en el capítulo sobre la viruela.
  4. He aquí el alegórico artículo que motivó su destierro:

    «Turquía.—La exasperación de los Turcos ha llegado al extremo. El Sultán, no satisfecho con las pruebas de estolidez que ha dado hasta ahora, ha llenado todas las oficinas de las siete torres de armenios codiciosos i especulativos, los cuales han convertido el gobierno en una especie de escritorio, almacén, ó pública subasta, donde en nada se piensa sino en llenar la bolsa i aprovechar los pocos meses que durará la farza.

    Para colmo de la tiranía se trata este año de celebrar la fiesta de los Tulipanes, con un explendor inaudito, á costa del pueblo, á fin de que este infeliz pueblo vejado, saqueado, pobre, exánime i envilecido, sirva de diversión á los que están chupando la sustancia.

    Habrá por supuesto una suntuosa Sala Melec, en la gran Mezquita de Santa Sofía, á la que concurrirá el Sultáa con todo su Divan (menos el Bostanghi—barbilamp.—tabao—jefe de los eunucos blancos) i también se trata de una gran comida en el Balkan á fin de que la escena de nuestros desastres sea el teatro de la alegría de nuestros opresores.»—El Defensor de los Militares denominados Constitucionales—Número 12—Setiembre 10 de 1830.

    Dicho periódico fué acusado por el ministro fiscal, don Antonio de Elizalde, pidiendo que se declarara «abusivo en tercer grado como sedicioso y provocativo al desorden, atribuyendo al gobierno un manejo que no será tolerable en un país en que se respeten las leyes y el sistema de honradez y fiel cumplimiento.»

Historia general de la medicina, tomo I de Pedro Lautaro Ferrer

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