CAPÍTULO XIV.

Los tres catedráticos de Prima de Medicina de la Real Universidad de San Felipe




SUMARIO.—§ I. El Doctor Domingo Nevin, primer catedrático de medicina, en Chile. Su hoja universitaria. Su acción pública.—§ II. El Doctor Ignacio de Jesús Zambrano, sucesor del Dr. Nevin. Detalles de su promoción. Un documento histórico de este médico.—§ III. El Doctor José Antonio Ríos, sucesor de Zambrano y primer protomédico independiente del Perú. Su vasta acción médica, pública y privada. Resumen de un célebre capítulo de competencia entre los Drs. Ríos y Chaparro sobre la opción al profesorado. Hoja universitaria del Dr. Ríos.




§ I.

El honor histórico de pertenecer al primer cuerpo docente de la R. U. de San Felipe, en el carácter de catedrático de Prima de Medicina, le correspondió al Doctor Domingo Nevin, francés, graduado en la facultad de Reims.

Se incorporó á la Universidad el 12 de Abril de 1756—Lib. 1.° de Exam. y Grad. fja 23—[1]

Se le nombró catedrático de Medicina, el 5 de Agosto de 1756—Lib. id fja. 39 vta.

El 23 de Octubre de 1769, tomó posesión de esta cátedra y eligió para leerla de 10 á 11 de la mañana.—Lib. 1.° de Acuerdos, fja. 137 vta.

El Dr. Nevin, bien preparado para el desempeño de la enseñanza, sólo pudo ejercitar de un modo muy limitado su importante misión.

Las condiciones de aquella era no permitían á los jóvenes, dedicarse á una larga carrera que era mal retribuida y peor considerada. Estas absurdas ideas, sobre las cuales volveremos con más detención, predominaron durante todo el tiempo del vasallaje, y aún basta cerca de la mitad del siglo XIX.

El profesor Nevin, tuvo algunos alumnos como los Drs. Verdugo, Nuñez Delgado y Chaparro, y otros que no alcanzaron á obtener ningún grado universitario bajo su profesorado.

Como colaborador general del adelanto intelectual, como asesor del gobierno, en varios informes sobre higiene, policía sanitaria, cuarentenas, [2] epidemiología, sobre servicios y aranceles de boticas, sobre el ejercio profesional y diversos otros puntos anexos á su puesto de protomédico, siempre tuvo acción distinguida y competente.

Fue presidente del protomedicato desde el año 1764, fecha en que quedaron unidos los puestos de protomédico y de catedrático de Prima de Medicina.

El Dr. Nevin fue el mejor médico de su época, tanto como hombre científico y práctico en el ejercicio de su profesión, como abnegado y dilijente en sus tareas.

Su muerte fué muy sentida el año 1770. [3]


§ II.


El Doctor Ignacio de Jesús Zambrano, del Perú, se graduó en la Universidad de San Marcos de Lima.

Desde su llegada á Chile en 1755 se dió á conocer por su seriedad y aventajados conocimientos.

El 31 de mayo de 1756 se graduó en la Universidad filipense.

A la muerte de Nevin, se opuso á la cátedra de medicina y su servicio anexo del protomedicato, puestos que obtuvo y desempeñó hasta su muerte en 1776.[4]

En la solicitud que elevó al claustro universitario, para optar á dicho puesto, en 1.° de Agosto de 1770, se firma quendan protomédico (ex-protomédico) lo que quiere decir que ya había servido interinamente dichas funciones antes de que el Dr. Nevín se hiciese cargo de ellos, en 1764.

El doctor Nuñez Delgado que, como ya hemos visto, había pretendido este puesto, no se presentó al concurso.

Los detalles de su nombramiento constan de los documentos, cuyo resumen publicamos á continuación:

El 23 de Noviembre de 1770, á las 7 A. M. se procedió á picar puntos para el examen del quendan protomédico Zambrano, ante los doctores siguientes: «Joachin Josef de Gaete, Canónigo Magistral y Rector de la Universidad de San Felipe; Don Joseph de Ureta y Mena; Dn. Francisco del Trigo y León; Dn. Miguel Jáuregui y Dn. Fernando Brabo, Abogados de dicha Real Universidad; y los Reverendos P. P. Fray Francisco de Fuenzalida, del orden de N. Sr. P. San Francisco, cathedrático del Sutil Escoto, y Fray Pablo Chaparro, Lector jubilado del mismo Orden.»

El pique de puntos se hizo por un niño de diez años, que introdujo tres punteros en distintas páginas del «tomo grande de Galeno,» resultando elejidos los temas que siguen: 1.° Comentario 5.° sección 64 sobre dolentibus malum; 2.° comentario 6.° de la sección 32 sobre talvi ab alvi; y 3.° comentario 7.° sección 64, que dice et quibus etc.; eligiéndose del 2.° punto el tema del aforismo 36 que dice: Dificultatem orine vena secta jubat, cecare veno interiores.

El día 24 de noviembre á las 2 P. M. en presencia de todos los examinadores y de gran número de oyentes y «personas particulares de la Nobleza de la ciudad,» leyó el postulante, el tema, durante tres cuartos de hora, suspendiéndose su lectura por declararse satisfechos los examinadores.

Después de una corta réplica hecha por el rector Gaete y fray Francisco Fuenzalida, profesor de escolástica, contra replicó el Dr. Zambrano, acordándose, en seguida, «la notoria suficiencia y literatura,» del candidato, y su inmediato nombramiento de protomédico del reino. [5]

Se conserva, de este profesor, en los Archivos del Ministerio del Interior, [6] un importante documento sobre el tratamiento de la disentería por medio de la Ipecacuana, que transcribimos á continuación:

Dice así:

 Santiago, Febrero 20 de 1773.

El protomédico de este Reino en obedicimiento de la superior orden de V. S. dice: que la disenteria epidémica que está contagiada la ciudad de la Concepción se debe curar por dos modos: primeramente cuando la causa material que corroe y lastima las tripas, esta si biene de la sangre, la que desemboca en el intestino duodeno, por las arteriolas, que visten su túnica, lo que se conoce por padecer asi mismo el enfermo una fiebre ardiente, se debe sangrar de los brazos, las veces necesarias, según las fuerzas del paciente. Y si por causa material indigente contenida en el estómago, intestinos, ó mesenterio, se debe curar con ruibarbo, crémor, tártaro y jarabe rosado solutivo. Y si en uno ni otro caso no obedeciere la enfermedad á los referidos subsidios, se debe ocurrir y valerse de la Ancora especifica que es la Cartagena, ó polvos de Ipecacuana, confortando de noche, para dormir, con el Diascordio, mirabolanos, polvos de coral, y tierra sellada, en vino, porque tiene por inconseguible en este tiempo el agua destilada de Canela.

Este es su parecer y juro el Dios, proceder con verdad en lo Referido. Santiago y febrero 20 de 1773.—Firmado.—Ignacio de Jesús Zambrano


§ III.


El Doctor José Antonio Ríos fué el tercer catedrático de Prima de Medicina, y el primer chileno que alcanzara esta distinción. Fué también el primer protomédico independiente del reino de Chile, pues Carlos III lo independizó del protomedicato de Lima, el año 1786.

Ejerció la medicina durante cuarenta años, desde 1778 hasta 1816, fecha de su muerte.

Médico laborioso y dedicado al estudio, hay que tacharle su espíritu apegado á la época en cuanto á la vida material, y á la conservación de sus ideas antiguas en medicina, y muy rehacio para aceptar innovaciones é investigaciones más modernas. Con todo, con dicha armazón de clasicismo arcaico, fué un facultativo de reputación, eficaz auxiliador de las autoridades en las complejas funciones del protomedicato, y de poderosos recursos clínicos al lado del paciente, siendo por este motivo el médico obligado de la alta sociedad de la colonia.

La literatura médica chilena durante los cuatro decenios del ejercicio de su profesión, se puede decir que es su exclusiva obra.

Los informes técnicos sobre la profesión en general, ó sus ramas anexas, las circulares sobre epidemias, con la exposición de los métodos preventivos y curativos, las medidas de higiene pública, y sobre viruelas, etc, constituyen numerosos documentos que pueden registrarse en los archivos antiguos del gobierno, de la real audiencia, de los jesuítas y del cabildo.

En el profesorado no tuvo un vasto campo de acción por la escasés de alumnos, pero supo preparar á distinguidos jóvenes como Mesías, Sierra, Riveros y otros, y á Oliva, su sucesor, que tuvo, como su maestro, el defecto de ser intransijente con las innovaciones que, con ardor inusitado, se producían en las universidades inglesas y francesas.

Se le ha reprochado también á Ríos, el haber sido realista, respetando el medio en que se desarrolló y que le había levantado, haciendo contraste con su implacable competidor el Dr. Chaparro, que fué un heroico patriota defensor de las libertades y de la independencia nacional.

Hay un hecho que fué trascendental para la colonia, y que apasionó los ánimos de los santiaguinos, vinculado á la historia del Dr. Rios; me refiero á la famosa competencia que le suscitó el padre Chaparro, al presentarse ambos rivales á optar el título de catedrático y protomédico.

De los archivos correspondientes hemos tomado los datos principales, y cuya ligera síntesis es como sigue: [7]

Vacante el puesto del Dr. Zambrano, el rector don Juan Miguel de Aldunate extendió un edicto, el día 15 de Enero de 1776, para que en el termino de sesenta días, se presentasen los interesados á inscribirse para un concurso de opción al profesorado.

Se presentaron á la oposición los doctores Ríos y Chaparro. [8]

El rector fijó los días 26 y 27 de Marzo para recibir las pruebas de Ríos, y los dias 28 y 29 para las de Chaparro.

Mas, antes de que llegara la fecha de los exámenes, el padre Chaparro pidió la suspensión de la prueba de Ríos por ser este de cuna bastarda. El rector Aldunate negando el recurso de nulidad de la citación á exámen, aceptó el escrito en cuanto á lo devolutivo. Este acuerdo fue apelado ante el presidente Jáuregui, quien, previo informe del fiscal José Perfecto Salas, ordenó la suspensión de la prueba hasta que se resolviese la calificación del candidato.

Esta sentencia fué notificada á los interesados, cuando ya el Dr. Ríos había picado puntos, y por tanto ya se consideraba iniciado el concurso, puesto que el reglamento indicaba el principio de la prueba desde el momento del sorteo, dando el plazo de 34 horas para preparar la defensa de los temas. Esta argumentación fue la que replicó el examinando, y que además no era posible suspender un acto al cual estaban ya invitadas las autoridades, corporaciones y la sociedad de Santiago; terminaba, el Dr. Rios, pidiendo á su contrario que si algo tenia que aducir lo hiciese antes de la votación dejándole al ménos la lejítima aspiración y «la gloria de haber manifestado su suficiencia ante el público que iba á escucharle.» El fiscal Salas informó favorablemente; en uno de sus considerandos decía estas palabras: «sólo los que han pasado por estos arduos y fragozos tramos saben ponderar cuanto perturba, inquieta y mortifica cualquier embarazo en tan criticas circunstancias, en que está pendiente el honor y aún la vida del infeliz actuante

El presidente Jáuregui, accedió á su vez permitiendo el examen.

La prueba pública fué pronunciada en latin «ante un congreso de concurrentes,» que aplaudieron la suficiencia del Dr. Rios.

Tocaba su turno al padre Chaparro, pero hubo que postergar su examen por dos razones que presentó y que fueron tomadas sólo como un pretesto para organizar con más tiempo la lucha de la votación en la cual se empeñaban los contendientes y sus amigos, con verdadero apasionamiento. Las excusas á que hemos aludido fueron de que había tenido que salir de la ciudad por orden de su superior, á asistir un moribundo, y que además se había enfermado, repentinamente, de la garganta. El rector aplazó el examen para los días 15 y 16 de abril.

En este intervalo redoblaron sus esfuerzos ambos candidatos.

Con fecha 2 de Abril, diezinueve teólogos de la universidad solicitaron el derecho de tomar parte en la votación, lo que fué negado por el vice-patrono Jáuregui

El examen de Chaparro se verificó dentro del nuevo plazo señalado, en medio de los aplausos de la concurrencia, como dice el acta levantada por el notario Antonio Zenteno.

Al día siguiente continuó el proceso sobre calificación de personas.

El fiscal Salas en un curioso informe decía que nada tenía, que averiguar el paciente, al recetarle el médico, si Galeno era ó no hijo lejítimo. En otro escrito se dice que Rios fué reconocido por su padre in artículo mortis.

Después de mil tramitaciones Chaparro no pudo impedir que se llegase á la votación, la que tuvo lugar el 22 de Abril de 1776, desde las 9 A. M. hasta las 12 P. M. [9] Previamente se había declarado que tenían opción á votar los doctores siguientes: el rector y el maestre escuela con 6 votos cada uno; los profesores Aldunate, Christi, Fuenzalida, Guzmán Gaete, Rodríguez, y Ureta con 4 votos cada uno; y los estudiantes de medicina José Antonio Sierra y Fulgencio Rodenas, con 1 voto cada uno.

Se habían nombrado también conjueces—árbitros—dos por cada lado, con el fin de obviar las dificultades que se suscitaran durante la votación.

El resultado de la agitada elección fué el triunfo del Dr. Rios por dos votos de mayoría.

El padre Chaparro pidió nulidad de la votación, siguiéndose otro capítulo que terminó el 17 de Marzo de 1777, con la confirmación de lo obrado, según resolución del vice-patrono. Chaparro, apeló al rey, y Carlos III, por real cédula declaró nulo todo lo hecho por la universidad y el presidente Jáuregui; no obstante, éste si acató la orden suspendió sus efectos, hasta imponer directamente al rey lo que había pasado. Con fecha 29 de Octubre de 1778, existe otra real orden para que el dicho vice-patrono cumpliese en el acto con lo mandado, y reconviniéndole severamente por haber postergado su ejecución.

El acatamiento público, se efectuó el 29 de Abril de 1779.

En consecuencia, hubo de publicarse un segundo edicto llamando á concurso para el 19 de Junio de 1779.

El nuevo capítulo duró mas de dos años; siendo esta vez reagravada la prueba, debido al epíteto de espúreo con que el padre Chaparro enrostró al Dr. Rios.

El expediente de calificación se abrió el 22 de Septiembre del mismo año, pero sus conclusiones han quedado ignoradas, porque se han arrancado las últimas pájinas del legajo correspondiente.

En cuanto á la faz universitaria, sabemos que se repitió el examen y que el Dr. Rios volvió á triunfar en la votación, después de su prueba verificada el 25 de Agosto de 1781, sobre tres aforismos de Hipócrates.

La posesión definitiva de la cátedra, la obtuvo el 8 de Octubre de 1782; y la confirmación real, el 4 de Agosto de 1784.

Así terminó este larguísimo proceso de ocho años.

He aquí la hoja universitaria del Dr. Rios, tomada de los «Documentos relativos á la R. U. de San Felipe.»

«Se matricula para estudiar medicina el 9 de setiembre 5 de 1769.

Se examina del 1.er año de medicina, el 23 de agosto de 1771.

Del 2.° año, el 3 de agosto de 1772.

Del 3.er año, el 13 de julio de 1773.

Del 4.° año, el 26 de mayo de 1774.

De las 33 cuestiones médicas, el 19 de diciembre del mismo año.

Se gradúa de Bachiller en Medicina, el 24 de diciembre de 1774.

Corre su expediente para optar á este grado, el 14 del mismo mes y año.

Tiene su acto publico, pica puntos, lee y sale aprobado, y se le confiere el grado de Licenciado y Doctor en Medicina, en los dias 25, 27, 28 y 30 de setiembre de 1776.

Se admite su oposición á la cátedra de Prima de Medicina, el 16 de marzo de 1776.

Se le da posesión de esta cátedra, el 22 de abril del mismo año.

Se le admite su oposición á estacátedra, el 21 de Junio de 1779.

Se califica su habilidad para entrar á tomar parte en la votación de la cátedra de Medicina, el 27 de mayo de 1782.

Se le dá posesión definitiva de la Cátedra, el 8 de octubre de 1782.» [10]



  1. Documentos relativos á la R. U. de S. F.—Libro Indice etc.—Ob. cit.
  2. Algunos historiadores han dicho que el Dr. Nevin fué quien introdujo en Chile el sistema de cuarentenas y cordones sanitarios. Aunque es verdad que en su tiempo se puso en práctica esta medida de higiene pública, con mayores ventajas de previsión, regularidad y seriedad científica, podemos asegurar, no obstante, que en el siglo XVII ya se practicaban las cuarentenas y cordones sanitarios, tanto marítimos y terrestres, según consta de documentos que consignamos en otro captíulo.
  3. En el Vol. 63 del Arch. de los ant. jesuítas, ha quedado constancia de los servicios médicos prestados por Nevin á dicha congregación.

    En prueba de la mezquindad de las retribuciones profesionales, recordaremos que en dicho vol. existe una nota del Conde de Aranda, fechado en Madrid, el 5 de Junio de 1771, en que aprueba el pago de 60 pesos hecho á Nevín por haberse trasladado á Valparaíso, á medicinar á varios padres reunidos en dicho puerto.

    Con fecha 7 del mismo mes y año, hay otra orden del ministro Aranda, á don Francisco Xavier de Morales, de Santiago, para que pagase al sucesor de Nevín, el Dr. Zambrano, 25 pesos con los bienes de los jesuítas, á cuenta de 110 pesos anuales que tenía como médico de la Compañía y del Colegio Máximo de San Miguel.

  4. Arch. de la Real Audiencia.—Vol. 439.—P. 3.ª—Año 1770.—La carátula del expediente dice: «Dr. Ignacio Zambrano, oposición que hace á la cáthedra de prima de medicina de la Real Universidad de San Felipe.»
  5. El índice de la hoja de servicios universitaria, del Dr. Zambrano, es así:

    Se gradúa de Licenciado y Doctor en Medicina el 31 de Mayo de 1756 (Libro 1.° de Exámenes y Grados, fja. 26.)

    Se le nombra Rejente de la Cátedra de Medicina por muerte del Dr. Nevín, el 18 de Julio de 1770 (Lib. 1.° de Acuerdos, fja. 153.)

    Se opone á la Cátedra de Prima de Medicina y la gana, el 23 de Noviembre de 1770 (Legajo Núm. II.)

  6. Vol. 814.—M.S.— B. N.
  7. Arch. de la Real Audiencia.—Vol. 319.—«Autos que sigue el padre doctor fray Pedro Manuel Chaparro, con el doctor don José Antonio Rios, sobre oposición á la cátedra de medicina»—desde el 15 de Enero de 1776 en que se mandaron fijar edictos hasta el 25 de Agosto de 1781 en que se verificó la última prueba—2 vols. de más de mil pájinas.

    Memorias jurídicas—Archivo antiguo—T. I—1776—«Sobre la cátedra de medicina de esta R. U.»

    Arch. de la R. A.—Vol. 619.—Id. id.

    Arch. de la R. U. de San Felipe.

  8. La solicitud del padre Chaparro es la siguiente:

    «Señor Rector y Claustro de esta Real Universidad de San Felipe: El Padre Doctor fr. Pedro Manuel Chaparro, Religioso de el orden Hospitalario de Nuestro Padre san Juan de Dios y Examinador en Medicina en la mejor forma de Derecho parezco ante vsia. y digo que habiendo vacado por muerte de el Doctor Don Ignacio de Jesús Zambrano Proto-Médico de esta ciudad la cáthedra de Prima de Medicina que servía en esta Real Universidad ha llegado á mi noticia que de orden de vsia se han fixado edictos para la oposición á ella dentro del término de sesenta dias; y siendo yo el único Doctor graduado, y examinador en esta facultad desde luego me opongo a dicha cathedra con la protesta de actuar todas las funciones que se previenen por ordenanzas a fin de que se me confiera dicha cathedra según su votación en cuya atencion, A vsia pido, y suplico que habiéndome por presentado se sirva admitirme a la oposicion de la enunciada cathedra y a consecuencia cuando se llegue el tiempo de ella asignarme el dia en que debo executar mis funciones que es merced que espero de la justificación de vsia.—Doctor fr. Pedro Manuel Chaparro.—Santiago y enero veinticinco de mil setecientos setenta y seis.»

  9. Acta del escrutinio.

    En la ciudad de Santiago de Chile en veinte y dos dias del mes de Abril de mil setecientos setenta y seis: como a las nueve de la mañana estando en la sala secreta de esta Real Universidad de San Felipe el señor Rector con jueces conciliarios mayores y menores para efecto de proceder a la votación de la cathedra de Prima de Medicina para lo que fueron citadas por el Bedel mayor todos los vocales; se repartieron por el señor Rector los papeles para votar en la conformidad que previenen las constituciones y es practica de esta Real Universidad, y habiendo votado todos los que constan de la lista hecha por mí el presente secretario por el orden que iban llegando se concluyó dha votación en presencia del señor Doctor Don Jph Alberto Díaz nombrado por testigo para ella por parte del Padre fr. Pedro Manuel Chaparro del orden del señor san Juan de Dios uno de los opositores segun consta del Decreto de foxas que se halla a continuacion del escrito presentado por dho Padre, la que concluida como a las once y media de la mañana se me mandó por dho señor Rector requiriese a los opositores para que si les faltaba algún vocal hiciesen su dilijencia en el termino de media hora que se cumplía a las doce del dia de dho que se le señaló por último perentorio en cuyos intermedios alguno de los señores vocales sucitaron algunas dudas delante del Claustro las que se habían tratado en el dia anterior, y resuelto por uniformidad de votos por lo que se les respondió por dhos señores con jueces que se habían tenido presentes, y habían quedado resueltas en el día de ayer habiendo hecho varias protestas dhos señores vocales que no heran parte para ello según dijo el señor Rector y solamente pretendían embarazar la secuela de la votacion; y aunque dho señor Doctor don Joseph Diaz en nombre de su parte propuso otra citando cierta constitucion quedó convencido de ser infundamental esta en vista de las constituciones que se leyeron, y trajeron para este efecto. Concluida dha votacion, y siendo ya las doce del dia poco mas, y no habiendo comparecido ninguno otro vocal determinaron dhos señores se procediese al escrutinio de los votos que estaban en una cántara de plata metidos; y habiéndose contado componian todos treinta y ocho numero correspondiente a los de la referida lista menos uno que estaba ausente y habiéndose devuelto a la cántara y sacándose después de uno en uno y apuntándose por dhos en un papel que cada uno para este efecto tenían prevenido se halló de toda, conformidad haber sacado dho Padre fr. Manuel Chaparro diez y ocho votos, y el Bachiller Don Jph Antonio Rios veinte saliendo de exceso a favor de dho Don Antonio dos votos y habiéndose Publicado dha eleccion fué celebrada con gral aplauso de todo el Claustro, e incontinenti se le participo noticia por carta al Muy Ilustre señor Presidente Governador y Capitan Gral de este Reyno y dho don Jph Antonio para que compareciese a tomar posesion de dha Cáthedra; y habiendo ocurrido y estando todos en el Gral Publico de dha Real Universidad dho señor Rector le dio posesion en nombre del Rey nuestro señor (que Dios gue) de la citada cáthedra de Prima de Medicina y en señal de ella le mandó subir á la cáthedra y en ella empezó a exponer un aforismo de Hipócrates, y tocada la campanila se concluyó la función, y dha Posecion sin contradiccion de Persona alguna y para que cosnte lo pongo todo por diligencia como que presente fui de todo lo cual doy fee.—Antonio Zenteno, Secretario Interino.

  10. Libro Indice etc.—Libro 1.° de Matrículas, fojas 102.—Libro 2.° de Exámenes, fojas 8, 16 vta, 25, 29 y 32 vta.— Libro 2.° de Grados de Bachiller y Doctorado, fojas 54 vta., 58 vta., 61, 62 y 86 vta.— Libro 1.° de Acuerdos, fojas 197 vta., 219 vta.—Libro 2.° de Acuerdos, foja 1.ª, vta.
Historia general de la medicina, tomo I de Pedro Lautaro Ferrer

DedicatoriaInformeIntroducción
Primera Parte: IIIIIIIVV
Segunda parte: VIVIIVIIIIXXXIXIIXIVXVXVIXVIIXVIIIXIXXXXXIXXII
Tercera Parte: XXIIIXXIVXXVXXVIXXVIIXXVIIIXXIXXXXXXXIXXXIIXXXIIIXXXIVXXXV